Historia de la Iglesia
Planchas de oro


“Planchas de oro”, Temas de la historia de la Iglesia

“Planchas de oro”

Planchas de oro

Cuando se supo que José Smith había adquirido los derechos de autor del Libro de Mormón se formó un gran revuelo en la prensa local. Los periódicos comenzaron a publicar información sobre el libro de próxima publicación y su traducción, recurriendo a la especulación que había estado circulando “por algún tiempo”, según el Wayne Sentinel de Palmyra. El antiguo artefacto que José había encontrado “generalmente se conoce y se habla de él como la ‘Biblia de oro’, informaba el Sentinel”. Aunque el editor afirmaba que el término se había hecho popular en la región, su alusión a la apariencia dorada de las planchas es la más antigua de la que hay constancia1.

Imagen
una réplica de las planchas de oro

Una réplica de las planchas del Libro de Mormón.

Con los rumores que corrían en cuanto a las planchas, José quiso poner los puntos sobre las íes publicando declaraciones oficiales en la primera edición del Libro de Mormón. El prefacio de José y un testimonio escrito por un grupo de ocho testigos decían que las planchas tenían “la apariencia del oro”2. Los autores del Libro de Mormón simplemente dijeron que grababan sus escritos sobre “planchas”3. En sus descripciones, José Smith y los testigos hicieron hincapié en la antigüedad de las planchas y en los curiosos grabados4, pero fue el brillo dorado de las planchas lo que hizo volar la imaginación de la gente5. José sacó las planchas a la luz en septiembre de 1827 bajo la dirección de un ángel llamado Moroni, que además le mandó que tradujera el antiguo registro6. Él trabajó en la traducción entre principios de 1828 y junio de1829, después de lo cual devolvió las planchas al ángel7.

Posteriormente los testigos dieron detalles de la composición del material de las planchas, su peso, dimensiones, grosor y encuadernación. Las planchas pesaban entre“cuarenta y sesenta” libras (entre dieciocho y veintisiete kilogramos)8, y juntas tenían un grosor de entre cuatro y seis pulgadas (entre diez y quince centímetros9. Las hojas medían unas “seis” o “siete pulgadas (entre quince y dieciocho centímetros) de ancho, por ocho pulgadas (veinte centímetros) de largo”10 e individualmente tenían el grosor “de una lámina de hojalata”11 y, según Emma Smith, “emitían un sonido metálico al pasar el pulgar por los bordes como se pasa a veces el pulgar por los cantos de un libro”12. Tres anillas con forma de D unían en un tomo las hojas “por los bordes posteriores”13. Según uno de los testigos, había un sello que impedía manipular “aproximadamente la mitad del libro”. Esta parte sellada hacía que fuera imposible separar las hojas y “parecía tan sólida como la madera”14. José Smith tradujo las hojas de las planchas que estaban sueltas15.

Conforme a estos parámetros, los investigadores modernos han calculado que unas planchas de oro puro pesarían al menos cuarenta y cinco kilogramos (cien libras), y serían demasiado endebles para los caracteres grabados16. Puede que quienes llevaron los registros del Libro de Mormón emplearan una aleación para fundir las planchas de metal dándoles el aspecto del oro sin ser del todo oro en esencia. William Smith, hermano menor de José, creía que las planchas se habían fabricado con “una mezcla de oro y cobre”17.

Temas relacionados: Ángel Moroni, La traducción del Libro de Mormón

Notas

  1. The Wayne Sentinel, 26 de junio de 1829, pág. 3.

  2. José Smith, The Book of Mormon: An Account Written by the Hand of Mormon, upon Plates Taken from the Plates of Nephi (Palmyra, New York: E. B. Grandin, 1830), tomos III–IV, pág. 590, josephsmithpapers.org; cursiva agregada.

  3. 1 Nefi 9:2–4; Palabras de Mormón 1:1–3, 6, 10.

  4. José Smith The Book of Mormon, pág. 590; cursiva agregada.

  5. Véase “19th-Century Publications about the Book of Mormon (1829–1844)”, Biblioteca Harold B. Lee, Universidad Brigham Young, lib.byu.edu. Compárese con los relatos escritos por José Smith, tales como “Revelation, July 1828 [DC 3]”, en el Libro 1 de Revelaciones, págs. 1–2, josephsmithpapers.org; “Revelation, March 1829 [DC 5],” josephsmithpapers.org; “Revelation, Spring 1829 [DC 10],” en el Libro de Mandamientos, págs. 22–27, josephsmithpapers.org; “Revelation, April 1828–B [DC 8],” en el Libro 1 de Revelaciones, págs. 12–13, josephsmithpapers.org.

  6. Moroni se encuentra entre los antiguos conservadores que contribuyeron con sus escritos al Libro de Mormón.

  7. José Smith, “History, 1838–1856, volume A-1 [23 December 1805–30 August 1834]”, pág. 8, josephsmithpapers.org.

  8. “A Witness to the Book of Mormon”, Iowa State Register, 28 de agosto de 1870.

  9. “Mormonism—No. II”, Tiffany’s Monthly, agosto de 1859, pág. 165; carta de José Smith a John Wentworth, en José Smith, “History, 1838–1856, volume C-1 [2 November 1838–31 July 1842]”, pág. 1282, josephsmithpapers.org.

  10. José Smith, “Church History”, Times and Seasons, 1 de marzo de 1842, pág. 707, josephsmithpapers.org; “Mormonism—No. II”, pág. 165; “An Old Mormon’s Closing Hours”, Chicago Tribune, 24 de enero de 1888, pág. 5.

  11. “Mormonism—No. II”, Tiffany’s Monthly, agosto de 1859, pág. 164.

  12. Joseph Smith III, “Last Testimony of Sister Emma”, Saints’ Herald, 1 de octubre de 1879, pág. 2.

  13. David Whitmer, entrevista, en el diario de Edward Stevenson, 22–23 de diciembre de 1877, Edward Stevenson Collection 1849–1922, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  14. David Whitmer, entrevista por P. Wilhelm Poulson, Deseret Evening News, 16 de agosto de 1878, en Lyndon W. Cook, David Whitmer Interviews: A Restoration Witness (Orem, Utah: Grandin Book Company, 1991), págs. 20–21.

  15. “An Old Mormon’s Closing Hours”, pág. 5.

  16. Véase Robert F. Smith, “The ‘Golden’ Plates”, en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Provo, Utah: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1992), pág. 277.

  17. William B. Smith, “The Old Soldier’s Testimony”, Saints’ Herald, 4 de octubre de 1884, pág. 644.