Escrituras
Jeremías 33


Capítulo 33

Judá e Israel serán congregados nuevamente — Se promete el Renuevo de justicia (Cristo) — La Simiente de David (Cristo) reinará para siempre.

1 Y vino la palabra de Jehová a Jeremías por segunda vez, estando él aún preso en el patio de la cárcel, diciendo:

2 Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre:

3 Clama a mí y te responderé, y te aenseñaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces.

4 Porque así ha dicho Jehová Dios de Israel acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con los terraplenes y con la espada

5 (porque vinieron para pelear contra los caldeos, para llenarlas de cadáveres de hombres, a los cuales herí yo con mi furor y con mi ira, pues escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad):

6 He aquí que yo le traeré salud y sanidad; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

7 Y aharé volver a los cautivos de Judá y a los cautivos de Israel, y los edificaré como al principio.

8 Y los alimpiaré de toda su iniquidad con que pecaron contra mí, y perdonaré todas sus iniquidades con que contra mí pecaron y con que transgredieron contra mí.

9 Y esta ciudad será para mí un nombre de gozo, de alabanza y de agloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán por todo el bien y por toda la paz que yo les daré.

10 Así ha dicho Jehová: En este lugar, del cual decís que está desolado, sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas, sin hombre y sin morador y sin animal,

11 ha de oírse aún voz de gozo y voz de alegría; voz de desposado y voz de desposada; voz de los que digan: Alabad a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan ofrendas de gratitud a la casa de Jehová. Porque volveré a traer a los cautivos de la tierra como al principio, ha dicho Jehová.

12 Así dice Jehová de los ejércitos: En este lugar desolado, sin hombre y sin animal, y en todas sus ciudades, habrá de nuevo pastizales donde los pastores hagan adescansar sus rebaños.

13 En las ciudades de las montañas, en las ciudades de las llanuras, y en las ciudades del sur, y en la tierra de Benjamín, y alrededor de Jerusalén y en las ciudades de Judá, volverán a pasar rebaños por las manos del que los cuente, ha dicho Jehová.

14 He aquí, vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he ahablado a la casa de Israel y a la casa de Judá.

15 En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un aRenuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.

16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura; y este es el nombre con el cual será llamada: Jehová, justicia nuestra.

17 Porque así ha dicho Jehová: No le faltará a David un hombre que se siente sobre el trono de la casa de Israel,

18 tampoco a los sacerdotes, los levitas, les faltará un hombre que delante de mí ofrezca holocausto, y encienda ofrenda de grano y haga sacrificio todos los días.

19 Y vino la palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:

20 Así ha dicho Jehová: Si pudierais romper mi aconvenio con el día y mi convenio con la noche, de tal manera que no hubiera día ni noche a su tiempo,

21 también se podría romper mi convenio con mi siervo David, para que dejara de tener un hijo que reinara sobre su trono, y acon los levitas, los sacerdotes, mis ministros.

22 Como no puede ser contado el ejército del cielo ni se puede medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David, mi siervo, y de los levitas que me sirven.

23 Y vino la palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:

24 ¿No has visto lo que habla este pueblo, diciendo: Las dos familias que Jehová escogió, las ha desechado? Así tienen en poco a mi pueblo, hasta no tenerlo más como nación.

25 Así ha dicho Jehová: Si yo no he establecido mi aconvenio con el día y con la noche, si no he puesto las leyes del cielo y de la tierra,

26 entonces desecharé la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Porque haré volver a sus cautivos y tendré de ellos misericordia.