Los líderes de la Iglesia analizan el tema “Cómo apresurar la obra”

Por Por Sarah Jane Weaver, asistente de editor de Church News

  • 8 Enero 2013

Puntos destacados del artículo

  • Las Autoridades Generales y los oficiales participaron en una conversación de mesa redonda de Church News sobre los cambios recientes que afectarán a los jóvenes en muchos aspectos.
  • Los últimos cambios que requieren que los adolescentes Santos de los Últimos Días desempeñen una función más importante en la preparación misional, la obra de historia familiar y del templo, y la instrucción dominical significa que los jóvenes de la Iglesia han sido “llamados a actuar” y se les ha pedido “Levanta[rse] y brilla[r]”.
  • Los jóvenes de la Iglesia son fuertes, puros y están preparados para responder al llamado de ayudar a edificar el reino.

“No creo que jamás haya existido una generación de jóvenes que se haya preparado para los cursos de estudio como lo estamos en la actualidad. No creo que jamás haya existido un grupo de jóvenes que haya hecho tantos bautismos o más ordenanzas por los muertos”. —Élder W. Craig Zwick, de los Setenta

En medio de los cambios que requieren que los adolescentes Santos de los Últimos Días desempeñen una función más importante en la preparación misional, la obra de historia familiar y del templo, y en la instrucción dominical, los líderes dicen que los jóvenes de la Iglesia han sido “llamados a actuar” y se les ha pedido “Levanta[rse] y brilla[r]” (D. y C. 115:5).

Los cambios que se enfatizaron durante la Conferencia General Semestral Nº 182 de la Iglesia este octubre, hacen que una cosa sea obvia: “El Señor tiene algo que desea hacer”, dijo el élder Paul B. Pieper, de los Setenta.

El élder Pieper, Director Ejecutivo del Departamento del Sacerdocio, participó hace poco en una conversación en mesa redonda de Church News junto a otras Autoridades Generales y oficiales para tratar los cambios que afectarán a los jóvenes en muchos aspectos. Participaron también en la conversación en mesa redonda el élder Allan F. Packer, de los Setenta y Director Ejecutivo del Departamento de Historia Familiar, el élder William R. Walker, de los Setenta y Director Ejecutivo del Departamento de Templos, el élder W. Craig Zwick, de los Setenta y Subdirector Ejecutivo del Departamento Misional, el élder Paul V. Johnson, de los Setenta y Comisionado de Educación de la Iglesia; Dennis C. Brimhall, un Setenta de Área y Director Ejecutivo del Departamento de Historia familiar y la hermana Linda K. Burton, Presidenta General de la Sociedad de Socorro.

Haciendo referencia a un anuncio que hizo el presidente Thomas S. Monson en el que redujo la edad en que los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes pueden comenzar el servicio misional, al nuevo curso de estudio de los jóvenes y a la carta de la Primera Presidencia en la que se pide que los jóvenes participen en la investigación de historia familiar y lleven nombres al templo, el élder Pieper dijo que él no veía que las “tres cosas se dieran” antes de la conferencia. “Recuerdo que fui a la conferencia… y me preguntaba: ‘Cómo es que se estableció una correlación entre todo esto?’. Era obvio que era la mano del Señor”.

El Señor estaba diciendo: “Pongámonos a trabajar y a edificar el reino. “Es hora de dar un paso adelante y en verdad comenzar a hacer las cosas”, agregó el élder Pieper.

El élder Packer estuvo de acuerdo, haciendo notar que “hay ese sentimiento subyacente de apresurar la obra que proviene de todas estas cosas que están en el corazón y en la mente del pueblo”.

Al hacer referencia a una revelación que el profeta José Smith recibió en 1832, el élder Zwick dijo que las palabras del Señor son claras: “Apresuraré mi obra en su tiempo”.

“El Señor mismo se está haciendo cargo aquí”, dijo el élder Zwick. “Si piensan sobre ello en su tiempo, no creo que haya existido jamás una generación de jóvenes que se haya preparado para el curso de estudio como lo estamos en la actualidad. No creo que haya existido jamás un grupo de jóvenes que haya hecho tantos bautismos ni más ordenanzas por los muertos como este grupo ha hecho. No creo que haya existido jamás un grupo que haya estado más cerca de la obra del templo y de todas las facetas de ello que este grupo. Y desde luego que todo esto ha llegado a un nivel que los prepara para el servicio misional y constituye un fundamento seguro para las responsabilidades adicionales en los años posteriores a la misión”.

Es un muy poderoso mensaje que dice que Dios confía en Sus jóvenes, dijo el élder Brimhall.

“Es como cuando el Señor hace algo, todas las cosas encajan en su lugar en el momento oportuno, y eso es lo que está sucediendo con esto”, dijo el élder Johnson, haciendo notar que las personas que trabajan en el nuevo curso de estudio de los jóvenes no sabían que habría un cambio en la edad en la que los misioneros puedan comenzar el servicio. “No creo que sea por casualidad. Ésa es la manera en que el Señor trabaja y creo que los jóvenes están preparados; están listos para ello”.

Además eso habla bien de los padres, que han preparado y seguirán preparando de buena manera a sus hijos, dijo la hermana Burton.

El élder Packer dijo que si uno se sienta y examina los cambios, ellos señalan “centrarse en los principios básicos” en forma renovada.

“Puedo ver otras cosas que ha sido bueno hacerlas y que reciben menos énfasis y el centrarse de verdad en lo que es clave y necesario”, explicó.

El élder Walker dijo que una de las cosas más maravillosas que sucedió hace poco es la carta de la Primera Presidencia animando a los miembros de la Iglesia a completar su historia familiar y llevar esos nombres al templo. “Hemos tenido un fenómeno cultural en los últimos años en que los jóvenes de la Iglesia han ido al templo a hacer bautismos por los muertos como nunca antes. Y la Primera Presidencia autorizó a los jóvenes a tener su propia recomendación de uso limitado, que ha sido algo verdaderamente maravilloso… Pero muchos de ellos participaron en ir al templo y en efectuar bautismos”.

La carta, él continuó, promete a los jóvenes que su experiencia en el templo se enriquecerá considerablemente al llevar a cabo la obra de historia familiar. “Al pensar en los jóvenes anhelosamente consagrados en hacer la obra del templo y que entiendan la doctrina y la razón, ellos no sólo participan anhelosamente en una actividad. Eso de verdad los ayuda a prepararse espiritualmente para todas estas cosas maravillosas que están reservadas para ellos”.

El élder Packer dijo que escuchó hace poco de una jovencita que se puso de pie y compartió su testimonio acerca de la obra de historia familiar: “Esto es mucho más divertido que lo que la gente mayor dijo que iba a ser”, dijo ella.

El élder Brimhall dijo que la obra de historia familiar proporciona a los jóvenes una perspectiva de la actualidad.

“Ese es el espíritu de Elías”, dijo el élder Walker. “Eso es lo que hará volver el corazón de los hijos hacia los padres y de los padres hacia los hijos. Si los corazones de los hijos se vuelven hacia sus padres y a sus abuelos y hacia sus madres y a sus abuelas, ellos habrán obtenido la perspectiva de la que ustedes están hablando”.

La obra de historia familiar, agregó el élder Packer, cambiará la forma en que los jóvenes tomen decisiones; cambiará lo que sienten sobre los desafíos que lleguen. “Si el abuelo hizo esto, yo puedo hacerlo también”.

Él dijo que un presidente de templo informó que cuando los jóvenes van a hacer bautismos como representantes de un nombre salen del agua sonriendo. “Si lo hacen por un antepasado tienen lágrimas en los ojos; lo sienten de manera más profunda; sienten algo más”.

Ayudar a los jóvenes a obtener la perspectiva también es una meta del nuevo curso de estudio de los jóvenes, donde aprender los recursos reemplaza a los manuales de lecciones, dijo el élder Pieper. El curso de estudios permitirá a los jóvenes maestros determinar lo que deben edificar en cada experiencia dominical al preparar a los jóvenes para la obra del templo y de historia familiar, y el servicio misional.

“El nuevo CCM es el hogar”, dijo el élder Packer. “El nuevo centro de historia familiar es el hogar. Este modelo de enseñanza [el nuevo curso de estudio] va a ayudar tanto a los jóvenes como a los padres en esa función”.

El élder Pieper dijo que los cambios ejercerán una “verdadera urgencia” en los padres, que sienten esa urgencia.

El mensaje a los padres es: “Los líderes de la Iglesia confían en ustedes como padres y confían en estos Hombres Jóvenes y Mujeres Jóvenes que están creciendo en sus hogares”, dijo el élder Zwick. “Ustedes pueden confiar en ellos también. Ellos van a salir con los dones inspirados que ustedes les demostraron y los que vivieron en su casa; sólo que van a salir y hacerlo un poco antes”.

Es interesante que hace un año la Iglesia empezó a usar la capacitación en el campo para los nuevos misioneros que salen del CCM, dijo el élder Johnson. “No se hizo eso en relación con el cambio de la edad de los misioneros, pero es necesario ahora”, dijo él. “A veces el Señor hace eso, establece algo que es muy bueno y útil, y si pudiéramos ver a corta distancia en el futuro podemos decir que no sólo es bueno ni útil sino necesario. Ésa es la manera en la que Él trabaja”.

El élder Zwick dijo que después que se hizo el anuncio de los misioneros, muchos jóvenes tuitearon respuestas en todo el mundo. Algunos hablaron acerca de la conveniencia del cambio. “Entonces había el otro lado que dijo: ‘Esto no es acerca de nosotros. Esto se trata del Señor para apresurar Su obra’… Se trata del espíritu del Señor para preparar a estos jóvenes. Él está apresurando Su obra y ellos están respondiendo a la invitación de un profeta a servir”.

La hermana Burton conoció hace poco a un presidente de estaca que llamó “poderosamente puro” al actual y creciente número de mujeres jóvenes preparándose para el servicio misional.

“Recuerdo que estaba con el presidente [Thomas S.] Monson en un viaje al templo”, dijo el élder Walker. “El presidente Monson dijo: ‘Creo que los jóvenes en la actualidad son más fuertes de lo que nunca han sido antes en la historia de la Iglesia’. Creo que su decisión de hacer esto, en parte es una indicación de lo que él siente en cuanto a los jóvenes de la Iglesia”.

Todos los cambios mueven a la “Iglesia a donde debe estar, donde se ha profetizado que esté”, dijo el élder Johnson. “El Señor sabe cuál es el futuro, y… esto es sólo una de las muchas cosas que Él está haciendo para avanzar ese reino, para ayudarlo a rodar”.

El élder Pieper dijo que, al contemplar todo lo que sucedió durante la Conferencia General de octubre, él ve a “un profeta con llaves, abriendo puertas de par en par y diciendo: ‘Aquí está’. Le estamos invitando a venir a embarcarse en esta obra”, dijo él. “Es el tiempo del Señor ahora. Todos sabemos eso. Todos lo sentimos. La Iglesia lo siente. Por supuesto que funcionará”.