El historiador de la Iglesia que ha sido relevado comparte una historia y el propósito de su llamamiento

Por Por R. Scott Lloyd, redactor de Noticias de La Iglesia

  • 2 Julio 2012

El élder Marlin K. Jensen habla en el Museo de Historia de la Iglesia sobre la función del historiador de la Iglesia y los logros de la oficina del historiador de la Iglesia mientras él ha ocupado el puesto.

“Creo que nuestra historia promueve en gran manera nuestra fe y optimismo, una gran maravilla para estudiarla, de la cual aprender y formar parte de ella”. Por el élder Marlin K. Jensen, de los Setenta (historiador y registrador de la Iglesia)

Cuando el élder Marlin K. Jensen, de los Setenta fue llamado como registrador e historiador de la Iglesia en 2005, ocupó una posición que provino de los primeros días de la Iglesia, pero que había estado vacante desde 1997 y básicamente inactiva desde 1989.

Ahora bien, con su relevo el próximo mes de octubre, cuando se convertirá en Autoridad General emérita, el élder Jensen mira hacia atrás, a una cadena excepcional de logros del Departamento de Historia de la Iglesia durante sus siete años de servicio. Detalló algunos de ellos en un discurso el 21 de junio en el Museo de Historia de la Iglesia.

Antes de hacerlo, sin embargo, trazó la historia de la posición de historiador de la Iglesia, indicando que la primera persona llamada a ocuparla fue Oliver Cowdery, quien fue reemplazado después de aproximadamente un año por John Whitmer.

Después de un período de turbulencia en la Iglesia, fue llamado Willard Richards en 1842 en Nauvoo, Illinois, para ser historiador de la Iglesia. Cuando los santos fueron expulsados de esa ciudad, consideró oportuno que los registros históricos de la Iglesia fueran llevados a la nueva colonia en el Valle del Lago Salado.

El apóstol George A. Smith, un hombre con una gran memoria, sirvió a partir de entonces, ayudando a terminar la historia de José Smith (que era su primo) de la Iglesia y a empezar la historia de Brigham Young.

Albert Carrington y Orson Pratt fueron sus sucesores, seguidos por Wilford Woodruff, cuyos meticulosos diarios han sido un valioso recurso en la historia de la Iglesia.

Le sucedió Franklin D. Richards y Anthony H. Lund.

Joseph Fielding Smith prestó servicio desde 1921 hasta que llegó a ser presidente de la Iglesia en 1970. Designó al entonces élder Howard W. Hunter a esta posición, quien prestó servicio durante dos años, y le siguió Leonard Arrington, un economista de la Universidad del Estado de Utah. A continuación, sirvió el élder G. Homer Durham, de los Setenta, seguido por el élder Dean L. Larsen, quien fue relevado en 1997.

Después de que el élder Jensen sea relevado en el mes de octubre, su sucesor será el élder Steven E. Snow, de los Setenta.

El élder Jensen dijo que cuando el presidente Gordon B. Hinckley lo llamó a la posición de historiador y registrador en el año 2005, preguntó al presidente de la Iglesia cuáles eran sus expectativas en cuanto a él. La respuesta: “Lee las Escrituras y cumple tu deber”. Cuando le preguntó sobre las responsabilidades de la posición de registrador, el presidente Hinckley dijo: “No me he parado a pensar en ellas. Pero será mejor que tú sí lo hagas”.

Él siguió el consejo del presidente Hinckley, y los logros del departamento de Historia de la Iglesia que detalló en su presentación son los resultados.

Entre los hitos que el élder Jensen citó se encuentra estos:

En 2008 el departamento de Historia de la Iglesia y el de Historia Familiar se separaron, habiendo sido combinados ocho años antes. Esto relevó al jefe del departamento, Richard E. Turley, hijo, de muchas tareas administrativas, permitiendo que fuera designado como ayudante del historiador de la Iglesia, siendo sus principales responsabilidades el escribir y supervisar lo que se escribiera de la historia de la Iglesia.

En 2009 se dedicó una nueva biblioteca de historia de la Iglesia con una superficie de 23.200 metros cuadrados (250.000 pies cuadrados), una instalación con la tecnología más avanzada. En su ubicación previa en el edificio de oficinas de la Iglesia, la biblioteca tenía unos 500 visitantes al mes; la nueva instalación ha visto incrementada esta cifra 10 veces más.

Hace cuatro años, el departamento emprendió un estudio basado en las Escrituras para indicar su propósito. Esta declaración se ha originado de ese estudio: El propósito del departamento de Historia de la Iglesia es ayudar a los hijos de Dios a concertar y cumplir convenios sagrados al mantener y compartir un registro de Su iglesia y de su pueblo, asegurándose que se recuerda la mano de Dios en la vida de Sus hijos, y dar testimonio y defender las verdades de la restauración del evangelio de Jesucristo.

El élder Jensen dijo: “Hace cuatro años... no era tan evidente que esta función de testificar y defender sería tan importante como se ha convertido en esta época de Internet, debido a la información errónea, negativa y, a menudo anti-mormona, que se publica en varios lugares en el ámbito de Internet”.

Por lo tanto, el departamento, puede ayudar “a dar a las personas un motivo para la esperanza que hay en ellos”, comentó.

Basada en la declaración del propósito del departamento, su labor principal se identificó como recopilar, preservar y compartir la historia de la Iglesia.

El departamento ha descentralizado la historia de la Iglesia en las áreas internacionales.

“Ahora hemos empezado, de manera sencilla, a recopilar historias de la Iglesia de todo el mundo”, dijo el élder Jensen.

Por ejemplo, los presidentes de misión y los presidentes de área, al ser relevados, ahora se les entrevista con el fin de registrar la historia de la que han sido testigos mientras ocupaban su posición.

 “En los años venideros, esta globalización de la historia de la Iglesia se destacará como uno de los logros significativos durante este período”, agregó.

El departamento ha revitalizado el programa de administración de registros de la Iglesia. Ahora, cada departamento de la Iglesia tiene un coordinador de registros y un plan de administración de registros. La Iglesia también está tratando encarecidamente de encontrar una solución ante la necesidad de preservar sus registros digitales.

El proyecto de los documentos de Joseph Smith le dio un impulso muy necesario, cuando transfirió a la sede de la Iglesia hace varios años, a 25 eruditos del Instituto Joseph Fielding Smith de historia de la Iglesia en BYU. El proyecto ya ha publicado 5 volúmenes con alrededor de 18 más que se anticipan para la próxima década. Los volúmenes publicados se aumentan mediante un sitio web, que en última instancia, puede ser aún más valioso que el material impreso.

La publicación de un libro por el hermano Turley, Ronald W. Walker y Glen M. Leonard, Massacre at Mountain Meadows (Masacre en Mountain Meadows), ha ayudado a sanar una relación áspera con los descendientes de los sobrevivientes de ese acontecimiento. “Creo que no podría haber ocurrido sin este libro tan directo, sin trabas, que se nos permitió escribir”, dijo el élder Jensen.

Se ha dado un paso adelante al establecer la posición de historiador y registrador de la Iglesia como una voz oficial y autorizada de la Iglesia en los temas relacionados con su historia.

El departamento ha ayudado a establecer buenas relaciones y a sanar una brecha anterior en el ámbito de la comunidad de la historia mormona entre historiadores quienes escriben con diferentes puntos de vista, pero que ahora gozan de respeto mutuo.

El élder Jensen hizo hincapié en que el departamento funciona bajo el patrocinio de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles y expresó su gratitud personal a los asesores del departamento. También expresó agradecimiento a los dedicados y talentosos miembros del personal del departamento de Historia de la Iglesia.

“Creo que nuestra historia promueve en gran manera nuestra fe y optimismo”, concluyó él:“una gran maravilla para estudiarla, de la cual aprender y formar parte de ella”.