Escrituras
Zacarías 1


Zacarías

Capítulo 1

Zacarías llama a Judá al arrepentimiento — Se le muestra, en visiones, la reconstrucción de las ciudades de Judá y del templo.

1 En el octavo mes del año segundo de Darío, vino la palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

2 Se enojó Jehová en gran manera contra vuestros padres.

3 Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos.

4 No seáis como vuestros padres, a quienes los primeros profetas clamaron, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; pero ellos no atendieron ni me escucharon, dice Jehová.

5 Vuestros padres, ¿dónde están? Y los profetas, ¿han de vivir para siempre?

6 Pero mis palabras y mis estatutos que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso ellos se volvieron y dijeron: Como Jehová de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así lo ha hecho con nosotros.

7 A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el segundo año de Darío, vino la palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

8 Vi de noche, y he aquí, un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en el valle; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.

9 Entonces dije: ¿Qué son estos, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Yo te enseñaré lo que son estos.

10 Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra.

11 Y ellos respondieron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está tranquila y en paz.

12 Y respondió el ángel de Jehová y dijo: Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años?

13 Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consoladoras al ángel que hablaba conmigo.

14 Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Clama diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tuve gran celo por Jerusalén y por Sion;

15 y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas, porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal.

16 Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será reedificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén.

17 Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien; y aún consolará Jehová a Sion y de nuevo escogerá a Jerusalén.

18 Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.

19 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son estos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.

20 Entonces me mostró Jehová cuatro carpinteros.

21 Y yo dije: ¿Qué vienen a hacer estos? Y me respondió, diciendo: Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas estos han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla.