2019
Una lección de mis padres
Marzo de 2019


Una lección de mis padres

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A Lesson from My Parents

Me crié en un pequeño pueblo del sur de Italia. Mi familia no eran miembros de la Iglesia. Un día, cuando yo tenía nueve años, dos misioneros llamaron a la puerta.

Mis padres no estaban interesados en lo que los misioneros tenían que decir, pero yo sí, y también mi hermano, Alberto. Nuestros padres permitieron que siguiéramos reuniéndonos con los misioneros. Más adelante, nos bautizamos y se nos confirmó. Yo tenía diez años y Alberto tenía once.

Cuando cumplí 18 años, le pedí a mi padre que me ayudara a pagar mi misión. Al principio él dijo: “De ninguna manera; es demasiado dinero”. Sin embargo, un par de días después me preguntó: “¿De verdad quieres ir a una misión?”. Yo dije: “Sí, con todo mi corazón”. Mi padre dijo que me ayudaría.

Yo no entendía por qué mi padre iba a pagar tanto por mí, pero entonces entendí que era porque me quería. Me hizo pensar en el sacrificio de Jesucristo por nosotros. Él pagó el precio máximo, porque nos amaba.

Cuando regresé de mi misión, mi madre estaba muy enferma con cáncer. Un día, me pidió que le enseñara a orar. Ella quería orar por mí. Incluso en medio del dolor, estaba pensando en los demás. Me recordó a Jesús también. Cuando Él expió por nosotros, tenía mucho dolor. Pero Él estaba orando por nosotros.

Aunque mis padres nunca se unieron a la Iglesia en esta vida, fueron buenos ejemplos para mí. Estoy agradecido por las lecciones que aprendí de ellos. Podemos aprender mucho de nuestros padres, maestros y líderes, si somos abiertos a lo que nos enseñan.

Aprender de nuestros padres.

Cuando escogemos honrar a nuestros padres, recibimos bendiciones (véase Éxodo 20:12). Colorea las imágenes y encierra en un círculo las cosas que te haya enseñado un padre o un tutor. ¿Qué más se te ocurre? ¡Dibújalo en los espacios en blanco!

  • Orar

  • Arreglar el desorden

  • Utilizar palabras amables

  • Preparar una comida

  • Leer

  • Ayudar a los demás