“‘Yendo a donde no hay Iglesia’”, Historias mundiales: Ucrania, 2018
“‘Yendo a donde no hay Iglesia’”, Historias mundiales: Ucrania
“Yendo a donde no hay Iglesia”
Aunque los misioneros llegaron a Kiev, Ucrania, en 1990, fueron los miembros quienes llevaron la Iglesia a muchas otras partes del país. En 1994, unos años después de unirse a la Iglesia en Alemania, Anatoliy Malonos se sintió inspirado a volver a su tierra natal en Leópolis, para ayudar a establecer la Iglesia en Ucrania. Allí compartió el Evangelio y, con el tiempo, se formó un pequeño grupo de santos. Aquel grupo sirvió de punto de encuentro para otros: después de que la familia Chemezov, que vivía en la cercana Chervonograd, conociera el Evangelio a través de sus parientes en Kiev, pudieron reunirse con los santos de Leópolis. Al año de regresar a Leópolis, Anatoliy fue llamado a servir en una misión, pero el grupo siguió adelante sin él y se organizó como la primera rama de Ucrania Occidental en 1995, antes incluso de que se asignaran misioneros a la región. Oleksiy Chemezov fue llamado como primer presidente de la rama.
Anatoliy Malonos con misioneros y miembros en Leópolis, en 1996.
En 1996, Natalia Yereskovska, que tenía quince años, regresó a su casa en Cherkasy luego de un viaje a Estados Unidos. Como estudiante de intercambio allí, quedó impresionada por el estilo de vida y la fe de su familia anfitriona Santo de los Últimos Días, y se unió a la Iglesia. Pero no había ninguna rama de la Iglesia en Cherkasy. “Tenía miedo”, dijo. “No podría imaginarme yendo a donde no hay Iglesia”. Sin embargo, al cabo de unas semanas, acudió a una conferencia de jóvenes en Kiev y conoció al presidente de la Misión Ucrania Kiev, Wilfried Voge. Ambos trabajaron juntos para que los misioneros comenzaran a visitar Cherkasy en septiembre de 1996. Con el tiempo, Natalia encontró compañía en un grupo creciente de miembros de la Iglesia que se reunía los domingos en el Museo de Historia Regional, y en 1997 vio cómo se organizaba una rama en Cherkasy.