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Podemos identificarnos con los Santos de los Últimos Días del pasado
JOSÉ Y EMMA CON EL PEQUEÑO ALVIN, por Liz Lemon Swindle. Prohibida su reproducción.
Como historiador que participó en el proyecto The Joseph Smith Papers [Los documentos de José Smith], me encanta discursar en devocionales y hablar con los miembros de la Iglesia sobre la historia de la Iglesia. Al hacerlo, he notado que a algunas personas les cuesta sentirse identificadas con los santos del pasado. Las representaciones de esas personas a menudo se centran en sus rasgos heroicos, haciendo que parezca que nunca lucharon con las dudas, las enfermedades o la desesperación.
Sin embargo, los miembros de la Iglesia del siglo XIX no eran menos humanos que ustedes y yo. Experimentaron gozo y felicidad, dolor y sufrimiento, y con frecuencia simplemente tuvieron días comunes y tranquilos. He aprendido mucho de sus experiencias sobre cómo sobrellevar la condición humana.
Espero que el estudio de Doctrina y Convenios este año les esté ayudando a aprender acerca de la manera en que los santos del pasado lidiaron con los desafíos de la vida. Espero, además, que mi artículo sobre cómo José Smith sobrellevó las pruebas fortalezca su fe y les ayude a ver que podemos sentirnos identificados con los desafíos que afrontó (véase la página 30). Una de las pruebas fue que le costó mucho recibir la guía del Señor para saber cómo ayudar a los santos que eran perseguidos en Misuri. Cuando el Señor finalmente respondió, le dio al Profeta una impresión consoladora: “… quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios” (Doctrina y Convenios 101:16).
Hay mucho que podemos aprender de quienes nos precedieron; no solo de sus experiencias milagrosas, sino también de su sosegada devoción.
Matthew C. Godfrey
Departamento de Historia de la Iglesia