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8 – 14 junio. Alma 8–12: Jesucristo vendrá para redimir a Su pueblo


“8 – 14 junio. Alma 8–12: Jesucristo vendrá para redimir a Su pueblo”, Ven, sígueme — Para la Primaria Libro de Mormón 2020 (2020)

“8 – 14 junio. Alma 8–12”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2020

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Alma predica

Enseñando doctrina verdadera, por Michael T. Malm.

8 – 14 junio

Alma 8–12

Jesucristo vendrá para redimir a Su pueblo

Al leer lo que Alma y Amulek enseñaron al pueblo de Ammoníah, ¿qué siente que sea especialmente relevante para los niños a quienes enseña?

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Invitar a compartir

Invite a los niños a describir lo que los misioneros hacen y a contarle de alguien que conozcan que esté sirviendo una misión. ¿Qué enseñan los misioneros a las personas? Ayude a los niños a ver que Alma y Amulek era misioneros que compartieron el Evangelio con el pueblo de Ammoníah.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Alma 8

Puedo compartir el Evangelio.

Alma viajó por toda la tierra para predicar el Evangelio, y Amulek predicó en su propia ciudad a sus amigos y vecinos. ¿En qué forma puede inspirar a los niños a seguir el ejemplo de ellos y a compartir el Evangelio con los demás?

Posibles actividades

  • Lean juntos la primera mitad del “Capítulo 22: La misión de Alma en Ammoníah” (Historias del Libro de Mormón, págs. 58–63; véase también el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org). Invite a los niños a formar grupos de dos y a entrelazar los brazos y hacer de cuenta que son Amulek y Alma, que enseñaron el Evangelio juntos, mientras entonan una canción sobre la obra misional, tal como “Yo quiero ser un misionero ya” (Canciones para los niños, pág. 90).

  • Ayude a los niños a repetir una verdad del Evangelio varias veces, tal como “El Libro de Mormón testifica de Cristo” o “Yo sé que Jesús me ama”. Luego invite a cada niño a practicar compartir esa verdad con alguien más de la clase. Como parte de la actividad, podría ayudar a los niños a completar la hoja de actividades de esta semana.

  • Pida a los niños que le cuenten sobre algo que hayan compartido con un miembro de la familia o un amigo, como un juguete o una golosina. Ayúdeles a hacer una lista de cosas importantes que podemos compartir con los demás sobre Jesucristo. Explique que debido a que el Evangelio es tan importante, Alma fue a compartirlo con las personas de muchas otras ciudades, para que pudieran aprender cómo ser felices.

Alma 8:18–22

Puedo ser un buen amigo.

El servicio que Amulek prestó a Alma es un buen ejemplo para los niños de cómo pueden amar y prestar servicio a los demás.

Posibles actividades

  • Invite a un niño a hacer de cuenta que es Amulek y a otro niño a hacer de cuenta que es Alma mientras relata la historia de Alma 8:18–22. Permita que los niños le ayuden a relatar la historia e invite a diferentes niños a ser Alma y Amulek. ¿En qué forma fue Amulek un buen amigo de Alma? Pida a los niños que hablen sobre la forma en que alguien ha sido un buen amigo de ellos. ¿Cómo les hizo sentir esa experiencia? ¿Por qué desea Dios que seamos buenos amigos de los demás?

  • Encuentre o dibuje una imagen que represente la amistad (como dos personas abrazándose o un corazón), y recórtela en piezas de rompecabezas. Al dorso de cada pieza del rompecabezas, escriba algo que Alma y Amulek hicieron para ser buenos amigos o cosas que podemos hacer para ser buenos amigos. Invite a los niños a turnarse para seleccionar una pieza y agregarla al rompecabezas mientras lee lo que está escrito al dorso. Ayúdeles a pensar en personas de quienes puedan ser amigos. Testifique que Jesucristo es el mejor amigo que podemos tener.

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Dos niñas riendo

Podemos ser buenos amigos de los demás.

Alma 11:43–44

Después de la muerte, voy a resucitar.

Amulek enseñó al pueblo de Ammoníah sobre la resurrección. ¿Cómo puede ayudar a los niños a quienes enseña a entender lo que significa ser resucitado?

Posibles actividades

  • Utilice su mano para representar el espíritu y un guante para representar el cuerpo. Saque su mano del guante para demostrar a los niños que nuestro espíritu y nuestro cuerpo se separarán al momento de la muerte. Luego vuelva a colocar su mano en el guante para demostrar que nuestro espíritu y nuestro cuerpo se unirán de nuevo en la resurrección. Permita que los niños se turnen para ponerse y quitarse el guante mientras usted les lee Alma 11:43. Ponga a la vista la lámina de María y el Jesucristo resucitado (Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 59), y testifique que Jesucristo hizo posible que todos resucitemos.

  • Invite a los niños a hacer dibujos de sus amigos o familiares, incluso los integrantes de su familia extendida. Mientras ellos compartan sus dibujos, señale a cada amigo o integrante de la familia que dibujaron y explique que él o ella resucitará. Testifique que Jesús hizo posible que estemos con nuestra familia para siempre.

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

Alma 8–10

Puedo compartir el Evangelio.

Alma y Amulek compartieron el Evangelio, aun cuando no fue fácil. ¿Cómo podría la fe y el valor de ellos inspirar a los niños a quienes enseña?

Posibles actividades

  • Con sus propias palabras, resuma los acontecimientos de Alma 8–10. Elija varios principios de esos acontecimientos que pudieran ayudar a los niños a compartir el Evangelio, tales como la perseverancia (véase Alma 8:8–13), testificar de Cristo (véase Alma 9:26–27) y tener un compañero (véase Alma 10:7–11). Invite a los niños a leer versículos selectos y a decir lo que aprenden acerca de compartir el Evangelio. ¿Por qué es importante hablar con los demás acerca del Evangelio?

  • Invite a los niños a compartir experiencias en las que hayan compartido el Evangelio con alguien, o comparta una experiencia personal. Mientras entonan una canción sobre la obra misional, tal como “Llevaremos Su verdad al mundo” (Canciones para los niños, págs. 92–93), invite a los niños a prestar atención a fin de encontrar maneras en que pueden prepararse para compartir el Evangelio. ¿Por qué nuestro Padre Celestial quiere que compartamos el Evangelio? Ayude a los niños a planificar maneras de compartir el Evangelio con sus amigos, tal como darles un ejemplar del Libro de Mormón o invitarlos a una actividad de la Iglesia. Concédales tiempo para hacer una representación de lo que podrían decir o hacer en esas situaciones.

Alma 11–12

El plan de Dios es un plan de redención.

¿En qué forma utilizará Alma 11–12 para “[hacer] saber [a los niños] del plan de redención”? (Alma 12:30).

Posible actividad

  • Anote en la pizarra algunos de los principios que se relacionan con el plan de redención que se encuentran en Alma 11–12, tales como la caída de Adán y Eva, la expiación de Jesucristo, el arrepentimiento, la muerte, la resurrección y el juicio. Lea algunos versículos de Alma 11 o 12 que enseñen sobre esos principios, y conceda a los niños tiempo para hacer un dibujo que represente cada principio. ¿Cuál es la función del Salvador en ese plan? Luego invite a los niños a utilizar sus dibujos para hacer de cuenta que le están enseñando a un amigo sobre el plan de Dios.

Alma 12:10

Si no endurezco mi corazón, puedo recibir más de la palabra de Dios.

En lo que respecta a aprender verdades espirituales, la condición de nuestro corazón es tan importante como la capacidad de nuestra mente.

Posibles actividades

  • Lean juntos Alma 12:10 y analicen lo que significa “endurecer” el corazón. ¿Por qué un corazón endurecido hace que sea más difícil aprender de Dios?

  • A fin de ilustrar ese principio, muestre a los niños una esponja y una roca, y pregúnteles cuál de ellas absorberá mejor el agua. ¿Cómo podemos demostrarle al Señor que deseamos que nuestro corazón sea suave como una esponja?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a buscar oportunidades para compartir el Evangelio o para ayudar a alguien esta semana.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Exprese su testimonio a la clase. Un testimonio puede ser tan sencillo como decir: “Sé que el Padre Celestial ama a cada uno de ustedes” o “Me siento bien cuando aprendo de Jesucristo”. (Véase también Enseñar a la manera del Salvador, pág. 11).