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¿Qué puedo hacer para ayudar a los nuevos miembros de la Iglesia?


¿Qué puedo hacer para ayudar a los nuevos miembros de la Iglesia?

Para muchas personas, pasar a ser miembro de la Iglesia puede ser un desafío. Quizás incluya dejar amistades y ajustarse a un nuevo estilo de vida. Cada nuevo miembro de la Iglesia necesita un amigo, una responsabilidad y nutrirse de “la buena palabra de Dios” (Moroni 6:4). Podemos ayudar a los miembros nuevos al hacernos sus amigos, al servir junto a ellos y al compartir nuestro testimonio con ellos.

Prepararse espiritualmente

¿Qué ha hecho usted para ayudar a fortalecer a los nuevos miembros? ¿Qué hicieron otros por usted después de bautizarse?

¿Alguna de las jóvenes de su clase es miembro nuevo? ¿Cómo se han adaptado a ser miembros de la Iglesia? ¿Cómo les han ayudado otras jovencitas?

¿Qué Escrituras y otros recursos inspirarán a las jóvenes a fortalecer a los nuevos miembros de la Iglesia?

Lucas 22:32; Romanos 15:1–2; Moroni 6:4–5; D. y C. 81:5; 108:7 (Fortalecer a los santos)

Juan 21:15–17 (Apacienta mis ovejas)

Neill F. Marriott, “¿Qué haremos?”, Liahona, mayo de 2016, págs. 10–12.

Neil L. Andersen, “Cualquiera que los reciba, a mí me recibe”, Liahona, mayo de 2016, págs. 49–52.

Dieter F. Uchtdorf, “Ustedes son Mis manos”, Liahona, mayo de 2010, págs. 68–75.

Video: “Obra misional y retención: Georgia Elias” “Ayuda a los miembros nuevos a llevar un nombre al templo”

Enseñar a la manera del Salvador

Cuando el Salvador enseñaba a Sus discípulos, respondía sus preguntas y escuchaba sus experiencias. Se interesó sinceramente por escuchar las respuestas a Sus preguntas y se regocijó en sus expresiones de fe. ¿Qué puede hacer usted para mostrar amor e interés en las jovencitas de su clase?

Compartir experiencias

Al comienzo de cada clase, invite a las jóvenes a compartir, enseñar y testificar acerca de las experiencias que hayan tenido al aplicar lo que aprendieron en la lección de la semana anterior. Esto alentará la conversión personal y ayudará a las jóvenes a darse cuenta de la importancia que tiene el Evangelio en la vida cotidiana.

Presentar la doctrina

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para presentar la lección de esta semana:

  • Pida a las jóvenes que compartan sus ideas en cuanto a cómo pueden ser las manos del Salvador para otros. Comparta con ellas el párrafo que se encuentra al comienzo de esta reseña y pregúnteles lo que pueden hacer para ser las manos del Salvador para un nuevo miembro de la Iglesia.

  • Invite a las jóvenes a que describan algunos sentimientos que acompañan a las nuevas experiencias, como el primer día de clase, unirse a un club o un equipo o empezar un trabajo nuevo. Pídales que analicen cómo estos sentimientos pueden ser parecidos a los que experimentan los nuevos miembros de la Iglesia. Invítelas a compartir experiencias relacionadas que hayan tenido, ya sea como miembros nuevos ya sea de ellas mismas o de otras personas.

Aprender juntas

Cada una de las actividades siguientes puede ayudar a las jovencitas a aprender cómo fortalecer a los nuevos miembros de la Iglesia. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:

  • Invite a las mujeres jóvenes a imaginarse o pensar en un miembro de la Iglesia que tienda la mano a nuevos conversos, quién tal vez provenga de diferente circunstancia que el miembro al que ayuda. La jovencita podría hacer una lista en la pizarra de las cosas que este miembro de la Iglesia podría hacer o no debería hacer para que el nuevo converso se sienta bienvenido. Élder Neil L. Andersen en ““Cualquiera que los reciba, a mí me recibe” nos contó varios relatos de personas que han tendido una mano a los nuevos miembros, y la hermana Neill F. Marriott en “¿Qué haremos?” habló sobre la bienvenida que ella recibió como nueva conversa de la abuela de su esposo. ¿Qué pueden aprender las jóvenes de estos relatos que podrían agregar a la lista? 

  • Muestre una imagen del Salvador abrazando a un cordero (véase el Libro de obras de arte del Evangelio, 64). Escriba las palabras “Apacienta mis corderos”. Pregunte a las jóvenes qué saben acerca de esta declaración. Invítelas a prestar atención a otras ideas adicionales a medida que lee a la clase Juan 21:15–17. ¿Quiénes son las “ovejas” y los “corderos” en este pasaje? ¿En qué se asemejan los nuevos miembros de la Iglesia a los corderos? ¿Qué significa apacentar a los corderos del Salvador? Invite a las jóvenes a compartir experiencias que hayan tenido al fortalecer a nuevos miembros. ¿Qué cosas específicas pueden hacer para ayudar a los nuevos miembros en el futuro?

  • Invite a las jóvenes a ver el video “Obra misional y retención: Georgia Elias” y buscar cosas que el nuevo barrio de Georgia hizo para ayudarla a mantenerse firme en el Evangelio después de su bautismo. ¿Qué más aprenden de la experiencia de Georgia que les pueda ayudar a fortalecer a los nuevos miembros? Invite a las jóvenes a pensar en los nuevos miembros de su barrio. ¿Qué preguntas se podrían hacer? ¿Cómo les podrían ayudar las jóvenes? Como parte de este análisis, tal vez quiera mostrar y hablar sobre el video “Ayuda a los miembros nuevos a llevar un nombre al templo”.

  • Escriba referencias de las Escrituras en la pizarra (como aquellas que se presentan en esta reseña) en cuanto a nuestra responsabilidad de fortalecer a nuestros hermanos los santos. Pida a cada jovencita que lea una de las referencias de las Escrituras pensando en cómo se aplica a los nuevos miembros de la Iglesia. Pida a cada una que escriba en la pizarra un breve resumen de su pasaje y que comparta un ejemplo del principio que enseña. Pregunte a las jovencitas por qué es tan importante fortalecer a los nuevos miembros de la Iglesia.

  • Ayude a una joven a pensar en preguntas que le gustaría hacer a alguien que se haya unido a la Iglesia recientemente. Con el permiso del obispo, invite a uno o dos conversos recientes a la clase. Pídales que compartan la historia de su conversión y su experiencia como nuevos miembros de la Iglesia. Invite a las jóvenes a hacer sus preguntas y a analizar cómo pueden ayudar a los nuevos miembros a hacer la transición al unirse a la Iglesia.

  • Invite a las jovencitas a leer “Las amistades” en Para la Fortaleza de la Juventud y a encontrar respuestas a la pregunta: “¿Qué significa ser un verdadero amigo?”. Pídales que compartan lo que encuentren y que compartan una experiencia en la que alguien haya sido un verdadero amigo para ellas. ¿Por qué es especialmente importante para nosotras ser buenas amigas de los nuevos miembros de la Iglesia? Invite a las jóvenes a hacer una lista de los nuevos miembros que conozcan y a analizar cómo pueden aplicar el consejo de Para la Fortaleza de la Juventud de entablar amistad con ellos.

Pida a las jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Comprenden cómo fortalecer a los nuevos miembros de la Iglesia? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?

Vivir lo que se aprende

Pida a las jóvenes que piensen cómo pondrán en práctica lo que han aprendido hoy. Por ejemplo, podrían:

  • Invitar a un miembro nuevo a venir a la actividad de la Mutual o a otro evento del barrio.

  • Compartir el testimonio con un miembro nuevo.

Comparta con las jóvenes lo que se estudiará la próxima semana. ¿Qué podrían hacer a fin de prepararse para aprender? Por ejemplo, podrían leer un discurso, ver un video o estudiar un pasaje de las Escrituras relacionado con la lección de la semana siguiente.

Actividades para los jóvenes

Imagen

Planificar una actividad de la Mutual que ayude a las jóvenes a aplicar lo que han aprendido en esta lección.