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Aprender de la conferencia general


Aprender de la conferencia general

Prepárese espiritualmente

Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenemos la bendición de tener a un profeta viviente en la tierra hoy en día. Sus enseñanzas y las de los otros líderes generales de la Iglesia brindan gran fortaleza a los miembros de la Iglesia, incluyendo a las jovencitas a quienes enseña. El Señor declaró: “… daréis oído a todas [las] palabras y mandamientos [de los profetas] que os dará[n]… porque recibiréis su palabra con toda fe y paciencia como si viniera de mi propia boca. Porque si hacéis estas cosas, las puertas del infierno no prevalecerán contra vosotros; sí, y Dios el Señor dispersará los poderes de las tinieblas de ante vosotros” (Doctrina y Convenios 21:4–6).

Recursos que le ayudarán a prepararse

Con la presidencia de cuórum o de clase, seleccione el mensaje o los mensajes de la conferencia general más reciente que sienta que serán más significativos para los jóvenes a quienes enseñe.

Las transcripciones y los videos de la conferencia general están a disposición en línea (véase conference.lds.org) y en la aplicación Biblioteca del Evangelio.

Preguntas para reflexionar antes de enseñar

¿Qué principios o doctrinas se enseñaron en este mensaje de la conferencia? ¿Cuáles de ellos piensa que serán de mayor utilidad para los jóvenes del cuórum o la clase?

¿Qué experiencias o ejemplos utilizó el discursante? ¿Qué principios enseñan esas experiencias o esos ejemplos? ¿Qué experiencias podría compartir de su propia vida que se relacionen con esos principios?

¿Qué nos invitó a hacer el discursante? ¿Qué bendiciones nos prometió que recibiremos? ¿Qué invitaciones y bendiciones prometidas analizará con los jóvenes?

Enseñar a la manera del Salvador

“Piense en la forma en que el uso de música, relatos, imágenes y otras obras de arte pueden invitar al Espíritu, aclarar principios del Evangelio de manera memorable y ayudar a los alumnos a relacionar el Evangelio con su vida cotidiana. Recuerde que esos recursos no deben ser el enfoque de la lección, sino solamente herramientas que le ayuden a enseñar la doctrina del Evangelio con mayor eficacia” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 22).

Bosquejo de la reunión

1. Deliberar en consejo y compartir experiencias

Lo dirige un miembro de la presidencia de cuórum o clase; aproximadamente de 5 a 10 minutos

Dirija un análisis sobre aspectos como los siguientes:

  • Nuestro cuórum o clase: ¿Quién faltó hoy? ¿Qué visitas necesitamos hacer? ¿A quién deberíamos invitar a una actividad próxima? ¿Quién necesita de nuestra ayuda y nuestras oraciones?

  • Nuestros deberes: ¿Qué asignaciones necesitamos hacer? ¿Qué asignaciones hemos cumplido? ¿Cómo hemos invitado a los demás a venir a Cristo y cómo podemos invitarlos ahora?

  • Nuestra vida: Recuerde al cuórum o la clase el análisis que hicieron la semana anterior. ¿Qué experiencias hemos tenido al poner en práctica lo que aprendimos? ¿Qué experiencias tuvimos en las últimas semanas que hayan fortalecido nuestro testimonio del Evangelio?

Si es posible, analicen estos aspectos con anterioridad en una reunión de presidencia de cuórum o clase.

2. Aprender juntos

Lo dirige un líder, un maestro o un miembro del cuórum o la clase; aproximadamente de 25 a 35 minutos

Estudie el mensaje o los mensajes seleccionados de la conferencia general, y procure la guía del Espíritu (véase “Preguntas para reflexionar antes de enseñar”). Después, planee una manera de ayudar a los jóvenes a descubrir verdades que se encuentren en el mensaje. Las siguientes actividades pueden ayudar:

  • Resumir el mensaje. Invite a los jóvenes a que lean el mensaje y escriban un resumen de este en una oración. Desafíelos a reducir el resumen a una frase breve que puedan recordar fácilmente.

  • Aprender sobre un pasaje de las Escrituras. Invite a los jóvenes a que lean un pasaje de las Escrituras que se mencione en el mensaje seleccionado. Pídales que analicen cómo les ayudan las enseñanzas del mensaje a comprender mejor ese pasaje.

  • Preparar y compartir. Antes de la reunión, invite a varios jovencitos o jovencitas a que lean distintas secciones del mensaje, y vengan preparados para compartir sus ideas, sentimientos y perspectivas.

  • Encontrar una frase. Seleccione varios párrafos del mensaje e invite a los jóvenes a que los escudriñen en busca de frases que los ayuden a comprender la doctrina que se esté enseñando. Permita que compartan lo que encontraron y por qué es importante.

  • Crear una ilustración. Invite a los jóvenes a que encuentren una cita del mensaje que sea significativa para ellos. Después, podrían hacer un cartel, un marcador de libros o un meme que se base en la cita para que lo compartan o lo exhiban en casa.

  • Encontrar invitaciones y bendiciones. Entregue a cada joven una copia del discurso y marcadores, lápices o crayones de diferentes colores. Invítelos a utilizar distintos colores para resaltar cosas como principios del Evangelios, invitaciones a actuar, bendiciones prometidas y advertencias. Invite a los jóvenes a que compartan ideas en cuanto a lo que encuentren.

  • Compartir citas. Invite a los jóvenes a que compartan citas del mensaje que los hayan inspirado. ¿Qué nos inspiran a hacer estas citas? ¿Qué oportunidades tenemos de compartir estas enseñanzas con los demás?

  • Preparar una lección. Pida a los jóvenes que trabajen en grupos de dos para planificar una lección para la noche de hogar sobre una sección del mensaje. ¿Qué podemos hacer para ayudar a los miembros de nuestra familia a comprender estas enseñanzas y cómo se relacionan las mismas con nuestra vida? Invite a algunos de los grupos a que compartan sus planes.

  • Leer y compartir. Lean juntos varias citas del mensaje. Pida a los jóvenes que compartan ejemplos de las Escrituras y de su vida que ilustren lo que esas citas significan para ellos.

3. Planear para actuar

Lo dirige un miembro de la presidencia de cuórum o clase; aproximadamente de 5 a 10 minutos

¿Cómo animará a los jóvenes a aplicar el mensaje o los mensajes a su vida? Considere lo siguiente:

  • Pida a los jóvenes que analicen los sentimientos o las impresiones que tuvieron durante la reunión. ¿Qué fue significativo para ellos? ¿Hay algo que puedan hacer de manera personal o como cuórum o clase para aplicar lo que hayan aprendido?

  • Conceda a los jóvenes unos minutos para que anoten lo que harán en las próximas semanas a fin de actuar conforme a sus impresiones. Pídales que compartan sus ideas.

  • Recuérdeles que ellos tendrán la oportunidad de compartir sus experiencias al principio de la próxima reunión.