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¿Cómo sé si me estoy convirtiendo?


¿Cómo sé si me estoy convirtiendo?

La conversión es un proceso de toda la vida para llegar a ser más como Cristo mediante Su expiación.Incluye no sólo un cambio de comportamiento, sino de nuestros deseos, actitudes y de nuestra propia naturaleza. Es un cambio tan importante que el Señor se refiere a él como nacer otra vez y un gran cambio de corazón (véase Mosíah 27:25; Alma 5:14). Podemos saber que nos estamos convirtiendo al Señor cuando perdemos el deseo de pecar, estamos llenos de amor y procuramos compartir el Evangelio con otras personas.

Prepararse espiritualmente

¿Qué experiencias han profundizado su conversión? ¿Qué cambios ha notado en su vida al trabajar diligentemente para vivir el Evangelio?

¿Qué evidencias ha visto de que las jóvenes se están convirtiendo? ¿Qué necesitan comprender ellas en cuanto a la conversión?

¿Qué pasajes de las Escrituras y otros recursos ayudarán a las jovencitas a reconocer su propia conversión al Señor?

Enós 1:1–19, 26–27; Mosíah 5:1–5; 27:23–37; Alma 23:6–7; Helamán 3:35; 4 Nefi 1:1–4, 15 (Ejemplos de conversión)

Linda K. Burton, “Ciertas mujeres”,   Liahona, mayo de 2017, págs. 12–15.

Bonnie L. Oscarson, “¿Creo?”, Liahona, mayo de 2016, págs. 87–89.

David A. Bednar, “Convertidos al Señor”, Liahona, noviembre de 2012, págs. 106–109.

Conversión”, Leales a la Fe, 2004, págs. 51–54.

Videos: “A la espera en el camino a Damasco”, “Un Potente Cambio: Conversión”

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador confió a Sus discípulos responsabilidades importantes de enseñar, servir y bendecir a los demás. Su objetivo era ayudarlos a convertirse por medio del servicio a los demás. ¿Qué oportunidades de servicio y crecimiento puede proporcionar para que enseñen las jovencitas?

Compartir experiencias

Al comienzo de cada clase, invite a las jóvenes a compartir, enseñar y testificar acerca de las experiencias que hayan tenido al aplicar lo que aprendieron en la lección de la semana anterior. Esto alentará la conversión personal y ayudará a las jóvenes a darse cuenta de la importancia que tiene el Evangelio en la vida cotidiana.

Presentar la doctrina

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para presentar la lección de esta semana:

  • Invite a las jóvenes a hacer una lista de cosas que sufren una transformación con el paso del tiempo (como una semilla que se transforma en árbol, o un renacuajo que se transforma en rana). ¿Cómo podrían usar esas cosas para enseñar a otras personas en cuanto a la conversión?

  • Escriba la palabra conversión en la pizarra e invite a las jovencitas a buscar palabras o frases en Mosíah 27:25–26 que les ayuden a comprender lo que es la conversión. Invítelas a analizar lo que aprendieron acerca de la conversión de esas palabras y frases.

Aprender juntas

Cada una de las actividades siguientes ayudará a las jóvenes a aprender sobre la conversión y a reconocer la evidencia de la conversión en sí mismas. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:

  • Invite a las jóvenes a que busquen en el discurso de la hermana Linda K. Burton “Ciertas mujeres” y encuentren cómo define ella “ciertas mujeres” y escriba en la pizarra lo que hayan encontrado. ¿Qué más podemos aprender acerca de cómo ser mejores discípulas del Salvador en los ejemplos de las mujeres del discurso de la hermana Burton? Pida a las jóvenes que completen la “actividad de atributos” en Predicad mi Evangelio, pág 133, y evalúe en qué manera están desarrollando atributos semejantes a los de Cristo. ¿Qué pueden hacer para llegar a ser “ciertas mujeres”, las cuales son discípulas dedicadas de Jesucristo? 

  • Con unos días de antelación, invite a una joven a acudir a clase preparada para compartir la experiencia que tuvo Michele Carnesecca cuando su hijo Ethan se encontraba grave, que se encuentra en el discurso de la hermana Bonnie L. Oscarson, “¿Creo?”. Podría escribir la siguiente pregunta en la pizarra: “¿Lo creo o no?”. Invite a las jovencitas a que mediten la pregunta a medida que la clase lee las descripciones de la hermana Oscarson en cuanto a las cosas que creemos. Al final de la clase, ofrezca a las jovencitas la oportunidad de compartir su testimonio de las enseñanzas del Evangelio que se encuentran en este discurso y que ellas creen. ¿Cómo han llegado a saber esas cosas por ellas mismas? 

  • Invite a las jóvenes a escoger uno de los discursos que se ofrecen en esta reseña, leer una sección del discurso y usar información del discurso para crear pósteres que respondan a la pregunta: “¿Cómo sé que me estoy convirtiendo?”. Pida a las jóvenes que usen los pósteres y los discursos que han estudiado para enseñarse las unas a las otras en cuanto a la conversión.

  • Invítelas a estudiar “Conversión” en Leales a la Fe o las Escrituras de esta reseña y a escribir una lista de preguntas que se pudieran hacer a sí mismas para evaluar su progreso hacia la conversión. Concédales tiempo para que las miembros de la clase compartan lo que incluirían en esa lista y por qué. Aliéntelas a meditar acerca de la respuesta que darían a esta pregunta.

  • Muestre uno de los videos de esta reseña e invite a las jóvenes a compartir lo que aprenden de ese video en cuanto a la conversión. Comparta con las jóvenes experiencias que le han ayudado a usted a estar más convertida, e invítelas a compartir sus propias experiencias.

Pida a las jóvenes que compartan lo que hayan aprendido. ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Comprenden cómo reconocer la conversión en su vida? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a este tema?

Vivir lo que se aprende

Pida a las jóvenes que piensen cómo pondrán en práctica lo que han aprendido hoy. Por ejemplo, podrían:

  • Escoger algo específico que harán para progresar en su esfuerzo por llegar a estar más convertidas.

  • Escribir en sus diarios personales los sentimientos que tengan de dóndese encuentran ahora en el proceso de conversión. Al tener experiencias que profundicen su conversión, podrían escribirlas también en su diario personal.

Comparta con las jóvenes lo que se estudiará la próxima semana. ¿Cuáles son sus pensamientos y preguntas sobre este tema? ¿Qué podrían hacer a fin de prepararse para aprender? Por ejemplo, podrían leer un discurso, ver un video o estudiar un pasaje de las Escrituras relacionado con la lección de la semana siguiente.