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¿Cómo puedo encontrar soluciones a mis desafíos y problemas?


¿Cómo puedo encontrar soluciones a mis desafíos y problemas?

La autosuficiencia incluye la habilidad de encontrar soluciones a nuestros problemas y desafíos. Muchas de esas soluciones se encuentran en el evangelio restaurado de Jesucristo. Nuestro Padre Celestial es consciente de los desafíos que afrontamos; Él nos ama y desea ayudarnos. Debemos orar pidiendo guía al buscar respuestas a nuestras dificultades en las Escrituras y en las palabras de los profetas y apóstoles.

Prepararse espiritualmente

¿Cómo proporciona el Evangelio soluciones y consuelo durante tiempos difíciles?

¿Qué problemas o dificultades afrontan las jóvenes? ¿Qué problemas pueden afrontar en el futuro? ¿Qué principios del Evangelio les ayudarán a afrontar esos desafíos con éxito?

¿Qué pasajes de las Escrituras y otros recursos ayudarán a las jóvenes a comprender la manera en que el Evangelio puede ayudarlas con los desafíos de la vida?

Proverbios 3:5–6; Mateo 11:28–30; Marcos 4:36–39; Alma 7:11–13; Alma 37:35–37; 38:5 (Procuremos la ayuda del Señor con los desafíos y problemas)

Thomas S. Monson, “Nunca caminamos solos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 121–124.

Richard G. Scott, “Haz del ejercicio de tu fe tu mayor prioridad”, Liahona, noviembre de 2014, págs. 92–95.

Jeffrey R. Holland, “Como una vasija quebrada”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 40–42.

La salud física y emocional”, Para la Fortaleza de la Juventud, 2012, págs. 25–27.

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador enseñó a Sus seguidores a analizar las Escrituras por sí mismos y a utilizarlas para encontrar respuestas a sus preguntas. ¿Cómo puede ayudar a las jóvenes a que tengan el deseo de consultar las Escrituras y las palabras de los profetas al buscar respuestas a sus problemas?

Compartir experiencias

Al comienzo de cada clase, invite a las jóvenes a compartir, enseñar y testificar acerca de las experiencias que hayan tenido al aplicar lo aprendido en la lección de la semana anterior. Esto alentará su conversión personal y las ayudará a ver la relevancia del Evangelio en su vida cotidiana.

Presentar la doctrina

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para presentar la lección de esta semana:

  • Invite a las jovencitas a nombrar algunos de los desafíos o problemas que tienen las jóvenes de su edad y a escribir las respuestas en la pizarra. Pídales que indiquen algunas de las cosas improductivas o malsanas que las jóvenes podrían hacer para afrontar estos problemas. En el transcurso de la lección, invite a las jóvenes a buscar maneras en que las verdades del Evangelio pueden ayudar.

  • Comparta una experiencia de su vida en la que el Evangelio le haya proporcionado respuestas o ayuda para un problema o desafío específico. Invite a las jovencitas a compartir experiencias personales similares.

Aprender juntas

Cada una de las actividades siguientes ayudará a las jovencitas a aprender a buscar soluciones a sus desafíos personales. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su clase:

  • Invite a las jovencitas a pensar en un desafío o problema que estén afrontando en la actualidad. Pídales que busquen en el índice de temas del ejemplar de la conferencia más reciente de la revista Liahona los temas que podrían ayudar a resolver ese problema. Invítelas a buscar uno de los discursos relacionados con esos temas y a compartir con la clase una cita que ayude a una joven a superar sus dificultades. Aliéntelas a valerse del índice temático para buscar ayuda para sus dificultades individuales.

  • Invite a las jovencitas a leer los dos últimos párrafos de “La salud física y emocional” en Para la Fortaleza de la Juventud y buscar algún consejo que podría ayudarlas a ellas o a personas que conocen. ¿Cuáles son algunos ejemplos de “soluciones saludables” que debemos buscar cuando tenemos problemas? ¿Qué soluciones ofrece el evangelio de Jesucristo?

  • Comparta la siguiente cita del presidente Thomas S. Monson: “Mis queridas hermanas, su Padre Celestial las ama, a cada una de ustedes. Ese amor nunca cambia, y en Él no influye su apariencia, sus posesiones ni la cantidad de dinero que tengan en su cuenta bancaria. No lo cambian sus talentos ni habilidades; simplemente está allí. Está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimadas o esperanzadas. El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente, siempre está allí” (“Nunca caminamos solos”, Liahona, noviembre de 2013). Invite a las jovencitas a compartir experiencias en las que hayan sentido el amor de Dios durante una prueba difícil. Pida a cada una de ellas que lea un pasaje de las Escrituras de esta reseña y comparta cómo podría ayudar a alguien que afronta un desafío o problema común entre los jóvenes de hoy en día. ¿Qué quiere decir “confía en Jehová” o venir a Cristo cuando necesitamos ayuda? ¿Hay otros pasajes de las Escrituras en que ellas puedan pensar que las ayudarían con desafíos o problemas específicos?

  • Pida a las jovencitas que piensen en alguien a quien conozcan que esté teniendo problemas mentales o emocionales. Entregue una copia del discurso del élder Jeffrey R. Holland “Como una vasija quebrada” a cada una de ellas y pídales que busquen respuestas a su pregunta: “¿Cuál es la mejor manera de actuar cuando ustedes o sus seres amados afronten dificultades mentales o emocionales?”. Invite a las jovencitas a compartir lo que aprendan y analicen la manera en que estas enseñanzas podrían ayudar a la persona en la que estén pensando.

  • Pida a las miembros de la clase que piensen en desafíos o problemas personales que estén afrontando. Escriba en la pizarra las cuatro herramientas que el élder Richard G. Scott menciona en su discurso “Haz del ejercicio de tu fe tu mayor prioridad”, y pida a las integrantes de la clase que estudien en cuanto a una de las herramientas que piensan que les podría ayudar con sus desafíos. Invítelas a compartir lo que aprendan del consejo del élder Scott.

Pida a las jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Comprenden cómo acudir al evangelio de Jesucristo en busca de soluciones a las dificultades de la vida? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?

Vivir lo que se aprende

Pida a las jóvenes que piensen cómo pondrán en práctica lo que han aprendido hoy. Por ejemplo, podrían:

  • Estudiar las Escrituras con una pregunta específica o un problema en mente. Registrar en un diario personal las impresiones y las respuestas del Espíritu.

  • Elegir un tema de Para la Fortaleza de la Juventud en el que les gustaría mejorar. Llevar un diario de sus esfuerzos y éxitos durante la siguiente semana.

Diga a las jóvenes lo que se estudiará la próxima semana. ¿Qué podrían hacer a fin de prepararse para aprender? Por ejemplo, podrían leer un discurso, ver un video o estudiar un pasaje de las Escrituras relacionado con la lección de la semana siguiente.