Sobre la investidura del templo

Su don personal de Dios

Recibir la investidura del templo es una de las experiencias más sagradas de la vida. La preparación personal hará que esa experiencia sea más significativa y poderosa. Muchos miembros de la Iglesia reciben su investidura antes de una misión o del matrimonio, mientras que otros simplemente tienen un fuerte deseo de avanzar por la senda de los convenios. Sin importar las circunstancias, es importante darse cuenta de que su investidura es más que solamente otro paso; más bien, es una parte esencial y gloriosa de su trayectoria eterna.

El presidente Russell M. Nelson nos recordó que “[t]oda actividad, toda lección, todo lo que hacemos en la Iglesia señalan hacia el Señor y Su Santa Casa. Nuestros esfuerzos por proclamar el Evangelio, perfeccionar a los santos y redimir a los muertos conducen todas ellas al templo. Cada santo templo es un símbolo de nuestra calidad de miembros de la Iglesia, es una señal de nuestra fe en la vida después de la muerte y constituye un paso sagrado hacia la gloria eterna, tanto para nosotros como para nuestros familiares” (“La preparación personal para recibir las bendiciones del templo”, Liahona, julio de 2001, pág. 37).

Solo en el templo podemos recibir las ordenanzas necesarias para que seamos exaltados en el Reino Celestial. Las ordenanzas del templo, incluso la investidura, nos llevan a las bendiciones más grandes disponibles mediante la expiación de Jesucristo y nos ayudan a centrarnos en el Salvador, Su función en el plan de nuestro Padre Celestial y nuestro compromiso de seguirlo a Él.

La investidura es “un don”. En este contexto, la investidura del templo es literalmente un don de Dios en virtud del cual Él confiere bendiciones sagradas sobre usted. La investidura solo se puede recibir a Su manera y en Su santo templo. Algunos de los dones que recibimos mediante la investidura del templo incluyen:

  1. Mayor conocimiento sobre los propósitos y enseñanzas del Señor.
  2. Poder para hacer todo lo que Dios quiere que hagamos.
  3. Guía y protección divinas al servir al Señor, nuestras familias y los demás.
  4. Mayor esperanza, consuelo y paz.
  5. Bendiciones que se prometen ahora y para siempre.

Los miembros de la Iglesia que tienen al menos 18 años (y que ya hayan terminado la secundaria o estudios equivalentes) pueden recibir su investidura del templo si son fieles y están preparados. Debido a que las ordenanzas y los convenios del templo son sagrados y tienen importancia eterna, los miembros deben ser dignos y lo suficientemente capaces de entender las solemnes responsabilidades que aceptarán al hacer convenios con Dios. Los miembros que hayan recibido su llamamiento misional o estén comprometidos para casarse en el templo pueden recibir la investidura. El obispo también puede reunirse en consejo con otros miembros adultos que deseen recibirla.

Su preparación para recibir la investidura incluirá seguir las enseñanzas de Jesucristo y honrar los convenios que hizo al bautizarse. Al prepararse, tendrá la oportunidad de reunirse con su obispo y luego con un miembro de la presidencia de estaca para una entrevista de recomendación para el templo. Ellos le harán preguntas que le permitirán expresar su testimonio del evangelio de Jesucristo, Sus profetas vivientes y Su Iglesia restaurada. Sus respuestas también afirmarán que se esfuerza diligentemente por guardar los mandamientos de Dios.


Una reseña

Cuando usted se unió a la Iglesia, recibió dos ordenanzas: el bautismo y la confirmación. Asimismo, la investidura del templo también se recibe en dos partes:

En la primera parte, de manera privada y personal, recibirá ordenanzas preliminares llamadas ordenanzas iniciatorias. Las ordenanzas iniciatorias incluyen bendiciones especiales con respecto a su legado y potencial divinos. Como parte de esas ordenanzas, también se le autorizará a ponerse el gárment sagrado del templo.

En la segunda parte, recibirá el resto de su investidura junto con un grupo de otras personas que estén asistiendo al templo. Durante esa parte, se presenta el Plan de Salvación, que incluye la creación del mundo, la caída de Adán y Eva, la expiación de Jesucristo, la Apostasía y la Restauración, así como instrucción sobre la manera en que todas las personas pueden volver a la presencia del Señor. Una porción de la investidura se presenta por medio de un video y otra porción por oficiantes del templo.

Templo de Gilbert, Arizona, sala de investidura

Junto con estas ordenanzas se le invitará a hacer convenios específicos con Dios. Esos convenios incluyen:

  • La ley de la obediencia
  • La ley de sacrificio
  • La ley del Evangelio
  • La ley de castidad
  • La ley de consagración

A su vez, Dios promete bendiciones maravillosas en esta vida y la oportunidad de regresar a vivir con Él para siempre.

Al finalizar la sesión de investidura, los participantes vuelven simbólicamente a la presencia del Señor al ingresar al salón celestial. Ahí usted puede pasar tiempo para meditar, orar, leer las Escrituras o de manera discreta hablar sobre su experiencia con familiares y amigos. Es un lugar de paz, donde también puede encontrar consuelo y guía divina.

A todos los que participan en una sesión de investidura se les anima a que presten particular atención a lo que se enseña. Su experiencia será más personal y significativa si va con la intención de que le enseñe el Espíritu Santo. No se preocupe por tratar de recordar o de entender todo la primera vez. Los obreros del templo siempre estarán ahí para ayudarle y asistirle. No se trata de un examen, sino que es una oportunidad de sentirse más cerca del Padre Celestial y Jesucristo. Concéntrese en el gozo de estar en la Casa del Señor y en las impresiones espirituales que reciba.

Sala de investidura del Templo de Fort Lauderdale, Florida

Acercarse más al Señor

La investidura del templo es un paso necesario hacia la salvación y regresar al Padre Celestial, y también es una oportunidad de acercarse más a Jesucristo, para conocerlo mejor y seguir Su ejemplo. Por supuesto, todas las bendiciones prometidas de la investidura dependen de nuestra fidelidad.

Después de que reciba su propia investidura, puede regresar al templo y participar tanto en ordenanzas iniciatorias como de investidura a favor de personas que hayan fallecido. Como con todas las otras ordenanzas que se efectúan en el templo, aquellos que han fallecido están al tanto del servicio que usted ha proporcionado y pueden escoger si aceptan o no lo que usted haga en su nombre.

Su participación también le brinda la oportunidad de escuchar las bendiciones, instrucciones y convenios nuevamente. Mediante las experiencias que tenga en el templo, observará más maneras en las que la investidura se relaciona con el Plan de Salvación y bendice su vida. Lo que aprenda y sienta se volverá más claro y más preciado para usted con el tiempo. Con cada visita, sentirá el amor de Dios y se le recordará lo que es más importante.