2020
Henry B. Eyring
Enero de 2020


La última palabra

Confía en Dios,luego ve y hazlo

Tomado de un discurso de la Conferencia General de octubre de 2010.

El joven Nefi, en el Libro de Mormón, nos infunde el deseo de desarrollar confianza en el Señor para obedecer Sus mandamientos. Nefi se encontraba frente al peligro y la posible muerte cuando dijo estas palabras de confianza que podemos y debemos sentir firmemente en nuestro corazón: “Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado” (1 Nefi 3:7).

Esa confianza viene de conocer a Dios. Más que ningún otro pueblo en la tierra, mediante los gloriosos acontecimientos de la restauración del Evangelio, nosotros hemos sentido gratitud por lo que Dios ha revelado acerca de Sí mismo a fin de que podamos confiar en Él.

Para mí, todo se inició en 1820 con un joven en una arboleda de una granja en el estado de Nueva York. El joven José Smith caminó hasta un lugar apartado y se arrodilló a orar confiando plenamente en que Dios contestaría. Cada vez que leo su relato, mi confianza en Dios y Sus siervos aumenta:

“… vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí…

“Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!” (José Smith—Historia 1:16–17).

El Padre nos reveló que Él vive, que Jesucristo es Su Hijo Amado y que Él nos amó lo suficiente para enviar a ese Hijo para salvarnos; y porque tengo un testimonio de que Él llamó a ese muchacho como Profeta, confío en Sus apóstoles y profetas de la actualidad y en quienes ellos llaman a servir a Dios.

Ustedes muestran su confianza en Dios cuando escuchan con la intención de aprender, de arrepentirse, y luego van y hacen lo que Él pide. Si confían en Dios lo suficiente como para prestar atención a fin de descubrir los mensajes de aliento, corrección y guía que Él da por medio de Sus siervos, los hallarán. Y si luego van y hacen lo que Él quiere que hagan, su poder para confiar en Él crecerá, y con el tiempo se sentirán inundados de gratitud al ver que Él ha llegado a confiar en ustedes.