Liahona
Mi deseo se mantiene fuerte
Enero de 2024


Voces de los miembros

Mi deseo se mantiene fuerte

Desde que conocí la Iglesia a los ocho años, me enseñaron la importancia del templo y las bendiciones de ser una familia eterna. Tuve la oportunidad de sellarme con mi familia en el Templo de Washington D. C. cuando era adolescente. Nuestro país no tenía un templo y el más cercano en ese momento era el de Washington D. C. A través de los años, todos los miembros de la Iglesia en Puerto Rico viajaban a Florida y a la República Dominicana para visitar un templo y realizar ordenanzas sagradas. Hasta que, a su debido tiempo, por una revelación que recibió el presidente Russell M. Nelson, se anunció la bendición de que tendríamos nuestro templo en San Juan, Puerto Rico. 

Tuve la oportunidad de trabajar como parte del subcomité de comunicaciones del programa de puertas abiertas y dedicación del templo. Fue una experiencia única en la historia, llena del Espíritu y de milagros. Ahora sirvo como obrera del templo. Esto ha sido una gran bendición de conocimiento, devoción y servicio en mi vida saber que estoy trabajando para el recogimiento de Israel de este lado del velo y ver cómo mi testimonio se fortalece, al igual que mis deseos de seguir ayudando a otras familias y a mis antepasados ​​con ordenanzas sagradas por el tiempo y la eternidad.