¿Qué guardan los cielos?

… Después de considerar a veces me pregunto.

El sol, desde inaccesible órbita proyecta benéficos rayos de luz y calor a nuestro distante y pequeño planeta…

La nube en las alturas, descarga su rica mercancía en la seca tierra; y desde la cima de la montaña el caudal de ríos de agua abastece…

La madre tierra, la pequeña semilla germina y a sus criaturas cobijo presta… El árbol de un pequeño brote se yergue majestuoso, y de bosques la tierra llena…

Desde antiguo tiempo, a la luz del día el crepúsculo le precede… y su oscuro manto la noche anuncia… Entonces en estas tardías horas me pregunto.

¿Qué secreto el oscuro cielo guarda, que con tal magnificencia los astros en su refulgente brillo anuncian?

Amaneciendo… en primaverales días, de límpido cielo del celeste firmamento, de innumerable desfile de nubes en armoniosa formación, a modo de “pacíficos ejércitos de guardas blancas”… Me pregunto.

¿Qué oculto tesoro en los cielos hay, que inmaculados centinelas preservan?

Cuando las “blancas guardas”, transportadas por invisible nave en el viento se transforman en escuadrones de grises guerreras, que en turbulenta tormenta de destructor rayo y portentoso trueno su amenazador poderío despliega… Me pregunto.

¿Qué esconden los cielos que amenazante ejército defiende?

Cuando la tormenta, temible ejército de tan portentoso poder se retira, y tras ella aparece en el firmamento el centelleante astro del día, como guardián permanente; que aun en las noches con faro no cesa de rondar lo que los cielos protegen. Me pregunto…

¿Qué ocultan los cielos para tener tan amenazador ejército y vigilantes centinelas?

Cuando en oscura noche, observo “muestras de centelleantes astros” en el firmamento, alineados en estratégica y singular formación por invisibles poder regidos… Sobre todo me pregunto…

¿Qué arcano misterio en el tiempo; qué oculto cofre allende la bóveda celeste custodia, que en tal huestes resplandecen?

¿Cofres de puro oro, de preciosas piedras, de apreciada perlas lleno?…

Entonces un susurro en la noche escucho…

… para los hombres un nuevo amanecer; esperanza viva los cielos guardan; bendiciones de gloria, para el humilde corazón reserva.

… a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del Evangelio, el cual ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo; y fructifica y crece también en vosotros, desde el día en que oíste y conocisteis la gracia de Dios en verdad. (1 Col. 5–6 )

… es decir el misterio que había estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a ellos quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. (1 Col. 26–27)

… bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros. (1 Pedro 1:3–5)

… Continuará.