Confío en el Señor

En mi última entrevista con el presidente de misión, él me recordó que, al volver a casa, la prueba no sería fácil. Para sobrellevarla debería seguir viviendo todo lo que enseñé en la misión. Me prometió que recibiría muchas bendiciones en mi vida y mi familia también.

He tenido presentes esas promesas y me he esforzado por ser fiel al guardar los mandamientos del Señor, que incluye el pago del diezmo. Testifico que las bendiciones por obedecer esta ley son reales, las he recibido. No dudo que, al pagar el diezmo, el Señor sí abre las ventanas de los cielos y me da la oportunidad de entrar a Su santo templo.

He tenido obstáculos económicos que podrían influir en mi decisión de cumplir con este mandamiento, sin embargo, los he vencido. Estoy muy agradecida con el Señor por cumplir Sus promesas cuando uno es un íntegro pagador de diezmo. La paz mental, el aumento de mi fe y el deseo de ser obediente a los demás mandamientos son otras bendiciones que recibo al pagar el diezmo.