Historia de la Iglesia
Correlación


“Correlación”, Temas de la historia de la Iglesia, 2022

“Correlación”, Temas de la historia de la Iglesia

Correlación

Dentro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el Departamento de Correlación tiene la responsabilidad de garantizar que todo el trabajo se alinee con la doctrina de Jesucristo y las normas inspiradas de la Iglesia. Este departamento surgió de un movimiento de reforma del siglo XX en la Iglesia, dirigido por el presidente Joseph F. Smith, que se centró en la simplificación y centralización de la obra de todas las organizaciones de la Iglesia.

Muchas organizaciones de la Iglesia en el siglo XIX comenzaron localmente, entre otras las Escuelas Dominicales, los grupos de jóvenes y la organización de niños. Al percibir las necesidades de sus comunidades, muchos miembros de la Iglesia desarrollaron asociaciones y servicios que se solapaban con los de cuórums, barrios y estacas, pero que en cierto modo eran independientes de ellos. Para finales del siglo, muchas organizaciones, cuórums y misiones de la Iglesia estaban produciendo su propio material de instrucción, lo que dio lugar a una amplia diversidad de literatura1. El presidente de la Iglesia, Joseph F. Smith, reconoció la necesidad de “correlacionar” los diversos programas auxiliares en un plan de estudios unificado, separando las especulaciones de las enseñanzas oficiales y creando coherencia en los mensajes de toda la Iglesia.

Esta correlación comenzó como una serie de comités especiales. En 1908, el presidente Smith designó al entonces élder David O. McKay, del Cuórum de los Doce Apóstoles, como presidente del nuevo Comité General del Sacerdocio de las reseñas, con la tarea de escribir un plan de estudios para los cuórums del sacerdocio2. Durante los cuatro años siguientes, este comité publicó libros de instrucción para cada uno de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y de Melquisedec. En combinación con las concertadas labores de capacitación, estos libros ayudaron a agilizar los procedimientos de ordenación y asistencia al cuórum. En 1912, se constituyó otro Comité de Correlación para reunir a los líderes auxiliares y coordinar su trabajo. Casi inmediatamente, la asistencia aumentó y los líderes de cuórum locales disfrutaron de mayor claridad y apoyo en sus llamamientos. En 1918, el presidente Smith organizó un nuevo Comité de Correlación permanente, con el élder McKay de nuevo como presidente.

Para la década de 1940, el crecimiento de la Iglesia en Utah y en todo el mundo apremió aún más a los líderes para que unificaran los materiales y las actividades, y la Primera Presidencia creó varias organizaciones para satisfacer estas necesidades. En 1940, la Primera Presidencia creó la Union Board of the Auxiliaries [Mesa directiva de las organizaciones auxiliares], compuesta por los líderes generales de cada organización de la Iglesia, y los instruyó para que produjeran los materiales de los cursos de estudio. En 1944, la Primera Presidencia reunió los comités para supervisar y evaluar la literatura producida por la Iglesia.

En 1947, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce encargaron una revisión apostólica de todos los cuórums del Sacerdocio de Melquisedec y de las organizaciones auxiliares, dirigida por el élder Harold B. Lee. Se les encargó que redujeran la redundancia y que se aseguraran de que todas las organizaciones de la Iglesia fueran dirigidas por el sacerdocio3. Este comité generó varias propuestas que fueron revisadas por la Primera Presidencia, pero que no se implementaron en ese momento4. Durante años, el élder Lee continuó abogando por una mayor correlación y por el fortalecimiento de la familia a través del sacerdocio y, en 1961, la Primera Presidencia presentó el Programa de Correlación del Sacerdocio5.

Bajo este programa, la responsabilidad del sacerdocio se dividía en cuatro categorías: obra misional, genealogía, bienestar y enseñanza en el hogar. Se organizaron comités generales para cada categoría y se establecieron comités locales del sacerdocio en los barrios. El Priesthood Bulletin [Boletín del sacerdocio], una publicación periódica para todos los líderes del sacerdocio, se lanzó en 1965 con instrucciones elaboradas por los diversos comités de correlación, el Cuórum de los Doce y la Primera Presidencia. Sin embargo, mantener la eficiencia dentro de las crecientes organizaciones de la Iglesia constituía un desafío para los administradores del programa6.

Los principales líderes de la Iglesia de ese momento cargaban con una gran cantidad de tareas administrativas que empezaron a delegar y distribuir a través de los canales de correlación. En 1971, unos consultores externos realizaron revisiones de las operaciones en las que concluyeron que muchos procesos administrativos habían sobrecargado a las Autoridades Generales y aconsejaron que las funciones se transfirieran a gestores profesionales a tiempo completo. La creación de nuevos departamentos de la Iglesia trajo consigo la eficiencia, pero también la necesidad continua de un centro de intercambio de información para las comunicaciones internas. A principios de la década de 1970, el concepto original de correlacionar las publicaciones de las organizaciones se convirtió en gran parte en la tarea del Departamento de Comunicaciones Internas, que pronto se fusionó con otros grupos del personal del Departamento de Correlación. Para la década de 1980, este departamento revisaba todas las comunicaciones de la Iglesia7.

A partir de las décadas de 1970 y 1980, el Departamento de Correlación estuvo dirigido por un comité ejecutivo de Autoridades y Oficiales Generales con ayuda de personal profesional. El Comité de Correlación de la Iglesia, formado por la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles, supervisaba y aprobaba las iniciativas de este departamento. Durante este período, la Iglesia experimentó un enorme crecimiento de miembros, lo que resultó en una dramática expansión de estacas por todo el mundo. Entre otras cosas, el comité ejecutivo trabajó para minimizar la disparidad dentro de la Iglesia en expansión. Los programas y las actividades de la Iglesia enfatizaron el carácter central del hogar y la familia y fueron dirigidos en mayor medida por los líderes del sacerdocio8.

A medida que la Iglesia seguía creciendo en el siglo XXI y que la tecnología traía nuevas oportunidades para la obra misional, la historia familiar, la educación y la comunicación, el Departamento de Correlación se ampliaba para incluir varias divisiones. Estas divisiones realizan la labor de evaluar todo el material y la propiedad intelectual de la Iglesia, optimizar la planificación y los procesos, y llevar a cabo investigaciones internas. La obra de correlación también se extendió más allá de las Oficinas Generales de la Iglesia para abarcar a las Presidencias de Área de todo el mundo. Dichas ampliaciones fueron concebidas para ayudar a la Iglesia mundial a esforzarse por lograr la unidad en medio de la creciente diversidad lingüística y cultural.

Temas relacionados: Oficinas Generales de la Iglesia

  1. Michael A. Goodman, “Correlation: The Early Years”, en David J. Whittaker y Arnold K. Garr, editores, A Firm Foundation: Church Organization and Administration Provo: Religious Studies Center, 2011, págs. 322–323; veánse Temas: Sociedad de Socorro, Organizaciones de las Mujeres Jóvenes, Organizaciones de los Hombres Jóvenes, Primaria, Escuela Dominical, Cuórums de los Setenta.

  2. Goodman, “The Early Years”, págs. 324–325.

  3. Goodman, “The Early Years”, págs. 331–334.

  4. Goodman, “The Early Years”, pág. 334.

  5. Michael A. Goodman, “Correlation: The Turning Point (1960s)”, en Scott C. Esplin y Kenneth L. Alford, editores, Salt Lake City: The Place Which God Prepared, Provo: Religious Studies Center, 2011, págs. 259, 263.

  6. James B. Allen y Glen M. Leonard, “Correlating the International Church, 1960–1973”, en The Story of the Latter-day Saints, 2ª edición, Salt Lake City: Deseret Book, 1992, págs. 596–599.

  7. Allen y Leonard, “Correlating the International Church”, págs. 603–604.

  8. Allen y Leonard, “Correlating the Internacional Church”, págs. 606–609.