Historia de la Iglesia
Emigración


“Emigración”, Temas de la historia de la Iglesia

“Emigración”

Emigración

Los primeros Santos de los Últimos Días respondieron al llamado del Señor de congregarse en Sion al trasladarse desde sus países de origen a los lugares centrales de reunión: primero en Ohio, luego Misuri, Illinois, y más tarde en el oeste norteamericano1. Los que hicieron el trayecto siguieron diversos recorridos hacia Sion2. La emigración fue una característica importante de la vida de los Santos de los Últimos Días: prácticamente todos los que se unieron a la Iglesia sintieron los efectos de la emigración, ya fuera al abandonar sus hogares o al separarse de otras personas que lo hicieron. La Iglesia organizó un esfuerzo altamente coordinado para ayudar a las familias a reubicarse, lo que implicó la organización de grupos de viaje, la financiación de viajes y la integración de los inmigrantes a sus nuevas comunidades con los santos.

Entre 1840 y 1890, más de 85 000 santos emigraron a Nauvoo, Illinois y al oeste. La mayoría (aproximadamente 55 000) procedían de las Islas Británicas, otros 25 000 partieron de Escandinavia y unos 6000 más abandonaron Europa continental. Otros llegaron de las islas del Pacífico, India, el Imperio Otomano y Sudáfrica. La disposición de los santos a sacrificar y compartir sus recursos hizo posible una migración tan masiva; en general, se negaron a dejar atrás a los miembros más pobres3.

Inicialmente, los Santos de los Últimos Días pagaban sus propios gastos para congregarse en Sion, pero después de que los primeros misioneros llegaran a Gran Bretaña en 1837, los líderes de la Iglesia coordinaron más activamente los viajes y demás arreglos. Muchos conversos británicos más adinerados se comprometieron a financiar el viaje de los santos más pobres a Nauvoo. Entre 1840 y 1846, varias compañías de emigrantes patrocinadas por la Iglesia y compuestas por unos 4000 conversos navegaron desde Inglaterra hasta los Estados Unidos4. Después de que abandonaron Nauvoo, los santos hicieron del Territorio de Utah el destino principal para recoger o congregar a los conversos5.

Durante los siguientes 40 años, casi la mitad de todos los conversos inmigrantes pagaron los gastos de viaje con préstamos otorgados por el Fondo Perpetuo para la Emigración (PEF, por sus siglas en inglés), una organización cooperativa constituida en el valle del Lago Salado en 1849 para “traer a los pobres a este lugar”6. El obispo Edward Hunter llevó las donaciones iniciales de 5000 dólares de vuelta a Iowa, donde utilizó los fondos para proporcionar el equipamiento necesario a los emigrantes. Una vez establecidos en el valle del Lago Salado, se esperaba que los viajeros pagaran los préstamos para permitir que futuros emigrantes emprendieran el viaje7.

Los administradores del PEF constituyeron una sociedad para recolectar y desembolsar fondos, comprar suministros, reservar barcos y dirigir agentes de emigración asignados a las oficinas de las misiones y a puestos de paso en el trayecto. Liverpool, Inglaterra, funcionó como centro de embarque, donde los agentes de la Iglesia reunían a los emigrantes europeos, organizaban su viaje y cobraban un depósito. Dos o tres meses antes de la partida, la oficina de emigración colocaba avisos en Millennial Star, donde anunciaba las reservaciones de los barcos y publicaba listas de instrucciones para empacar8. Una vez a bordo, formando compañías que a veces llegaban a varios cientos de personas, los inmigrantes se organizaban en barrios, cada uno con un presidente y consejeros, para el viaje9.

La nueva tecnología de vapor transformó la experiencia de la migración: los barcos de vapor reemplazaron a las embarcaciones de vela y el ferrocarril sustituyó a las caravanas de carromatos10. La emigración financiada por la Iglesia continuó hasta 1887, cuando el Gobierno de los Estados Unidos, bajo las leyes antipoligamia, privó de derechos a las empresas de la Iglesia11. Las familias individuales continuaron migrando durante algunas décadas más pero, a medida que los líderes de la Iglesia aconsejaron fortalecer las ramas y las estacas en el extranjero, el enfoque se centró en la expansión de las comunidades de la Iglesia en todo el mundo y declinó la emigración como parte central de la experiencia pionera de los Santos de los Últimos Días12.

Notas

  1. Véase Tema: Recogimiento de Israel.

  2. Véase Tema: Éxodo de los pioneros.

  3. Véase Fred E. Woods, “Gathering to Zion: 1840–1890”, en Brandon S. Plewe, editor, Mapping Mormonism: An Atlas of Latter-day Saint History, Provo, Utah: Brigham Young University Press, 2012, págs. 104–105.

  4. Véase Conway B. Sonne, Saints on the Seas: A Maritime History of Mormon Migration, 1830–1890, Salt Lake City: University of Utah Press, 1983, págs. 30–31, 148–149.

  5. Véase Tema: Utah.

  6. Gustive O. Larson, “The Story of the Perpetual Emigration Fund”, Mississippi Valley Historical Review, tomo XVIII, nro. 2, septiembre de 1931, págs. 185–186. La financiación cooperativa de la migración había comenzado 10 años antes en respuesta a las persecuciones de Misuri. En 1847, en el Templo de Nauvoo y en Winter Quarters se reestableció un convenio para ayudar a los santos más pobres que se hallaban sin poder salir de los campos de refugiados. Una revelación que recibió Brigham Young en Winter Quarters instó a “cada hombre” a emplear “toda su influencia y sus bienes para trasladar a este pueblo al lugar donde el Señor establecerá una estaca de Sion” (Doctrina y Convenios 136:10). Véase también William G. Hartley, “How Shall I Gather?”, Ensign, octubre de 1997, págs. 5–17.

  7. Véase Larson, “Story of the Perpetual Emigration Fund”, págs. 185–186.

  8. Véase Tema: Publicaciones de la Iglesia.

  9. Véase Larson, “Story of the Perpetual Emigration Fund”, pág. 189.

  10. Véase Tema: Ferrocarril. George Q. Cannon se lamentó en 1899 sobre cómo “en pocos días, incluso una gran compañía era incorporada por completo a la comunidad, y los recién llegados comenzaban su nueva vida. Desde que llegó el ferrocarril, parece haber menos interés, dado que también ha habido menos hospitalidad hacia nuestros inmigrantes” (citado en Richard L. Jensen, “Steaming Through: Arrangements for Mormon Emigration from Europe, 1869–1887”, Journal of Mormon History, tomo IX, 1982, págs. 22–23).

  11. Véase Tema: Legislación antipoligamia.

  12. Woods, “Gathering to Zion”, pág. 104; véase también Tema: Recogimiento de Israel.