Liahona
Todo joven, un misionero
Enero de 2024


Mensaje de la Presidencia de Área

Todo joven, un misionero

Te has preguntado alguna vez: ¿Por qué nací en esta época? ¿Por qué soy miembro de la Iglesia de Jesucristo? ¿Qué es lo que el Señor espera de mí?

Algunas respuestas a esas preguntas, las encontramos en la declaración del presidente Russell M. Nelson:

“Mis queridos jóvenes extraordinarios, ustedes fueron enviados a la tierra en este preciso momento, el momento más crucial en la historia del mundo, para ayudar a recoger a Israel. No hay nada que esté ocurriendo en esta tierra ahora que sea más importante que eso. No hay nada que sea de mayor consecuencia. Absolutamente nada. Ese recogimiento debería significar todo para ustedes. Esta es la misión para la cual fueron enviados a la tierra”1.

Durante 2017 a 2020, junto a mi esposa, servimos como líderes de misión en la Misión Argentina Salta. Compartimos nuestro servicio con jóvenes de todo el mundo. Damos testimonio de las palabras de nuestro profeta sobre cuán preparados y extraordinarios son los jóvenes que están dando cumplimiento a la profecía del recogimiento de Israel.

Al momento de su llegada a la misión, los recibíamos en el aeropuerto con toda la familia, los asistentes de la misión y una gran bandera de bienvenida. Al recibir a estos élderes y hermanas, veíamos sus caras de cansancio luego de varias horas de viaje, a veces también notábamos en sus rostros las preocupaciones de muchos de ellos por el desafío de aprender un nuevo idioma e incluso los temores que se presentan cada vez que se da inicio a algo nuevo. Sin embargo, también veíamos una gran sonrisa y esa luz que irradian los siervos del Señor por su deseo de comenzar a cumplir con su propósito como misioneros.

Durante nuestra primera entrevista les preguntaba: “¿Cuál es el motivo por el que ha dejado a su familia, sus amistades, su trabajo, sus estudios? ¿Por qué desea servir en una misión?”. A lo largo del tiempo escuché muchas razones diferentes, pero siempre hubo una respuesta común en todos ellos, su amor por el Salvador, su amor por las personas, su deseo de servir y ser llamados a la obra y también su anhelo de cumplir con la invitación de un profeta de Dios y ser merecedores de sus promesas.

El presidente Russell M. Nelson extendió esta invitación:

“Reafirmo enfáticamente que el Señor ha pedido a cada hombre joven digno y capaz que se prepare para la misión y sirva en ella. Para los hombres jóvenes Santos de los Últimos Días, el servicio misional es una responsabilidad del sacerdocio […]. Para ustedes, capaces y jóvenes hermanas, la misión también es una oportunidad poderosa, aunque opcional2.

Jóvenes, habrá un momento en sus vidas cuando el Salvador les extenderá la invitación que hizo al joven rico: “Ven, sígueme”. ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar para “ir en pos” de Él?

En la entrevista final de mayordomía, yo preguntaba a cada misionero, quien durante dos años o un año y medio había dado todo de sí, había magnificado su llamamiento y se había transformado en discípulo de Jesucristo para toda la vida: “¿Cuál fue el cambio más significativo que tuvo en su vida como resultado de su misión?”. Era toda una experiencia espiritual escuchar sus historias de fe, su conversión, los cambios que se habían producido en sus vidas y el testimonio poderoso de la realidad de nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo.

Me llenó de gozo escuchar al presidente M. Russell Ballard cuando dijo:

“De toda la capacitación que he recibido en mis asignaciones [de la Iglesia], ninguna ha sido más importante para mí que la de ser misionero [de tiempo completo] […] cuando tenía diecinueve años”3.

Les comparto mi testimonio de que esa promesa la vi en mi propia vida, en nuestra familia y en la vida de tantos buenos jóvenes que conocimos y amamos. El servicio misional bendecirá sus vidas para siempre.

Notas

  1. Presidente Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial, 2018.

  2. Presidente Russell M. Nelson, “Predicar el Evangelio de paz”, Conferencia General de abril de 2022.

  3. Presidente M. Russell Ballard, “El servicio misional bendijo mi vida para siempre”, Conferencia General de abril de 2022.